Esta semana, los ojos del mundo se posaron en la Argentina con motivo de la Cumbre del G20. Más allá de las estrategias políticas, el evento tuvo otras caras para los vecinos de la zona.
Franco Ramirez es un joven sanjuanino que trabaja como analista en la casa matriz de un renombrado banco nacional, cuya sede está ubicada a metros de la Plaza de Mayo. "Hubo mucha locura, sobre todo en la zona en la que trabajo. Si bien todo el tiempo acá hay muchas marchas y cortes, esta vez fue más caótico de lo normal, sobre todo por las restricciones para circular por algunas zonas", contó el hombre a Diario La Provincia.
El mayor operativo estaba planeado para este viernes, pero desde el jueves comenzaron los exhaustivos controles por la llegada masiva de mandatarios. "Si bien el feriado correspondía nada más que a hoy viernes, como los subtes y trenes dejaron de circular el jueves en la siesta, la semana se hizo más corta ya que se suspendieron muchas actividades. El jueves trabajamos media jornada nada más", detalló Franco.
Previendo los trastornos que iba a ocasionar, este viernes se suspendieron las actividades en la provincia e incluso la gran mayoría de comercios en las principales zonas en donde se desplegaron los operativos de seguridad, mantuvieron cerrado. "Me parece que fue correcto el declarar el feriado porque el evento interrumpió mucho de la rutina diaria, por lo menos en la zona del microcentro que es en donde queda mi trabajo".
Finalmente, analizó la importancia de este evento para el futuro del país. "A pesar de haber afectado la vida diaria, creo que es sumamente positivo que el G20 se realizara en nuestro país ya que permite que Argentina se integre con las principales potencias del mundo y además, al ser anfitrión, permitió marcar la agenda de la Cumbre y que se firmen acuerdos importantes no solo para nosotros sino para todo el mundo", sentenció.
