Sin herramientas, ropa, calzado ni recuerdos valiosos. La familia Rojo sufrió un escruche en la casa que estaban arreglando para mudarse, en Santa Lucía. Pero delincuentes ingresaron y se llevaron todo lo que habían empezado a trasladar, además de herramientas (que eran indispensables para su trabajo como metalúrgico) y causaron destrozos.
Con ello, se apagaba la esperanza de dejar de alquilar y vivir en un lugar más amplio con su esposa e hijos. Casi un mes después de lo ocurrido, Ramón y su familia vuelven de a poco a empezar.
"No tuvimos novedad de la Policía. No recuperamos nada. Pero sí se comunicó Lucio González desde el ministerio de Desarrollo Humano y nos ayudó con camas y colchones, útiles que nos hacían falta. El gremio de los Plásticos y compañeros metalúrgicos y de ITEC colaboraron con mercadería, ropa y con todo lo que nos hacía falta de manera urgente. Tanto el dueño de la casa en la que nos robaron como del departamento en el que estábamos nos ayudaron. El dueño del departamento nos permitió vivir dos meses sin pagar hasta que podamos estar mejor de nuevo y renovamos contrato", señaló Ramón Rojo a Diario La Provincia.
Lo que más anhela el extrabajador de la exITEC es tener lo que necesita para trabajar de manera particular. "Desarrollo Humano me ofreció tramitar un subsidio de manutención para poder comprar herramientas para trabajar, me hacen mucha falta. Sensitiva y máquina de soldar, son máquinas costosas. Ojalá me salga el beneficio", señaló.
El caso
"Fuimos a la casa para seguir con los trabajos. Mi señora había llevado toda la ropa de los chicos y la suya también, en bolsones y valijas. Yo tenía gran parte de mis herramientas para avanzar con los trabajos para arreglar el baño. Teníamos mesa y sillas. Abrimos la puerta y no había nada", relató a inicios de octubre, Ramón a Diario La Provincia.
Los delincuentes entraron por la puerta trasera de la casa ubicada en Roque Sáenz Peña y San Juan, en Villa Balcarce, en Santa Lucía. "Picaron la pared para arrancar la reja. Se llevaron todo atravesando un baldío; han dejado huellas por todos lados y hasta defecaron. Han escrito las paredes", dice indignado.
Ramón es trabajador metalúrgico y exITEC. Trabaja todo lo que puede y en esa casa, a la que iban todas las tardes para avanzar un poco más en mejorarla, tenía desde soldadora, amoladora, caretas protectoras, hierros, 9 alargues, 2 bolsas de cielo raso, entre otros elementos. Allí también dejaron todo lo que habían comprado para arreglar el baño y sólo dejaron una caja de cerámicos. "Intentaron arrancar el aire acondicionado y no pudieron pero lo dejaron roto; también partieron la mesada de la cocina", dijo.
La denuncia por el hecho fue radicada en Comisaría 5° y también en la Central de Policía, donde efectivos de Investigaciones, llevaron adelante las pericias en la casa.
"Mis hijos no tienen ni juguetes; perdimos hasta sus recuerdos en fotos. Íbamos mudándonos de a poco porque el lugar que alquilamos es chiquito. Nos llevaron parte de nuestra vida y tendremos que seguir alquilando. Estamos amargados", sentenció.
