Enamorada por el arte del tejido, Mónica Machado de 50 años, vive en Rivadavia y es la primera generación de su familia que todavía se anima a tejer mediante el telar. Al igual que doña Paula Albarracín de Sarmiento, la mujer usa esta técnica para vivir.
“Siempre me gustó tejer, por eso decidí aprender cuando estuve en Buenos Aires, donde empecé con el primer curso. Después formé parte de un taller de tejido, pero a mí siempre me atrajo el telar, entonces decidí comenzar con la técnica”, contó Mónica a Diario La Provincia.
Así fueron sus inicios en el telar y después de algunas prácticas se mudó a San Juan para desarrollarlo como profesión. En la actualidad se dedica a ello y tiene su propio emprendimiento.
“Es un telar moderno pero de tejido manual. Yo lo disfruto muchísimo, cada vez que voy tejiendo lo hago con ganas y mucho cariño, el telar lo es todo. Me gusta el tejido fino, es atrapante hacerlo con esta técnica”, dijo.
Y agregó que “la técnica es linda pero lleva mucho tiempo, producir una prenda lleva varios días pero eso es lo rico. Es una práctica que casi no se hace y saberla hacer te hace sentir bien. Mis hijos me apoyan y eso me hace feliz”.
Esta práctica tradicional y clásica, sigue viva de la mano de Mónica quien no tan sólo teje prendas, sino que sigue uniendo los hilos de la cultura ancestral de San Juan.
“Me gusta y lo seguiré haciendo, hace 11 años que comencé y pienso seguirlo por muchos más. A la gente le gusta y le llama la atención, mis productos son varios y gracias al éxito que tienen, en un futuro pienso en venderlos también a través de internet”, concluyó.
