Este fin de semana, las puertas se abrieron y cientos de jóvenes ingresaron para disfrutar de la música y el baile. Velvet abrió con la esperanza de poder continuar y pero con la cédula de notificación judicial ya en la mano. Es que el jueves pasado, finalmente la justicia notificó a la empresa que deberá cambiar de rubro porque el decreto 2261-DE-2017 prohíbe el desarrollo de locales bailables en un radio de cuatro avenidas del departamento donde éste está.
La cédula de notificación llegó a las oficinas del municipio como así también de los administradores de la empresa y ahora comenzó la cuenta regresiva. Los abogados de Velvet tienen tiempo hasta este martes para apelar y, según fuentes confiables, así lo harán. Una vez que lo hagan, la posta pasará a las manos de los abogados del Municipio que deberán contestar y de ahí la Cámara tendrá cinco días para definir el futuro de la empresa.
En este escenario, y amparados por la cautelar que se mantiene hasta que se sustancie el recurso, el fin de semana pasado el boliche abrió sus puertas como lo hacen siempre pero apostando a las redes sociales. Con la frase "Velvet seguirá abriendo sus puertas normalmente", el boliche promocionó la movida del viernes y del sábado en la noche. Para el primer día lo hicieron con 20% de descuento en el restó y en las barras; mientras que para el segundo pusieron todas las fichas en convocar con la música de King Of Banana.
En este escenario, redoblaron la apuesta en facebook: "Sábado, si anoche fue el cierre. Hoy es la apertura".
El camino judicial
A mediados de septiembre, la justicia determinó levantar la cautelar que frenaba la implementación de la ordenanza que obliga a los propietarios de la firma a dejar el rubro. Si la Cámara confirma la implementación de la ordenanza, habrá quedado firme la sentencia de primera instancia y los dueños de Velvet tendrán que cerrar por imperio legal. De lo contrario podrán seguir con el servicio.
Desde el boliche Velvet, iniciaron en sede administrativa un recurso de reconsideración, denunciando la existencia de anticonstitucionalidad. Ésta fue rechazada en sede administrativa. Se hizo un convenio con el municipio y se le dio un plazo de 6 meses, de extensión del plazo de la ordenanza para empezar a aplicarse. Pero nuevamente esta etapa se venció.
La ordenanza prohíbe que haya boliches en el radio más urbano de Rivadavia comprendido entre las calles Calivar, Cabot, Santa María de Oro y Coll.
