Historia

Con 85 y 93 años, dos hermanos se reencontraron tras 70 años sin verse: él vivió en San Juan

Los dos se separaron cuando eran muy chiquitos tras la muerte de su madre. Él vivió entre San Juan y Mendoza y terminó internado en un Hogar de Ancianos de Bahía Blanca. Allí se reencontró con su hermana.
lunes, 15 de octubre de 2018 12:00
lunes, 15 de octubre de 2018 12:00

Ambos nacieron en Chile, pero tras la muerte de su madre cuando eran adolescentes fueron separados. Él hizo su vida entre San Juan y Mendoza, donde trabajaba, mientras que ella continuó sus pasos en Chile, donde formó una familia. Ahora, tras 70 años sin verse, ambos se reencontraron y su historia conmueve.

Anselmo Carmona tiene 85 años de edad, se mueve en silla de ruedas por un ACV que sufrió y actualmente vive en Bahía Blanca, donde está alojado en un Hogar de Ancianos. Su hermana Mercedes, de 93 años, lo encontró gracias a que su sobrino movió cielo y tierra para hallarlo, con ayuda de la tecnología y las redes sociales. "Deseaba encontrar a mi tío, pero más aún ayudar a mi mamá a cumplir el sueño de encontrarlo. Se alejaron cuando eran dos adolescentes, y hoy se reencontraron con 93 y 85 años", contó José.

Según relató Crónica, los hermanos nacieron en Chile, y su madre murió en el parto de su hermana más chica. En ese momento, fueron separados y cada uno se radicó en distintas zonas del país vecino. Es así que Anselmo se crió Rapel, al norte de Chile, donde una mujer lo maltrataba y castigaba a diario. Una vez adolescente, el joven Anselmo se escapó y migró hacia Argentina. 

"Después de mucha investigación, me llegó una notificación dándome datos certeros de mi tío, con el domicilio y su situación actual", recordó José. Mercedes cumplió años el 8 de octubre, y su hijo eligió esa fecha para notificarle el hallazgo. "Para mí todo esto fue mágico. En su cumpleaños le dije que estaba vivo, que iría a buscarlo, que nunca es tarde", agregó José.

El Hogar Don Orione alojó al anciano en su peor momento, cuando venía de dormir meses en la calle y tras el ACV que lo dejó al borde de la muerte. El lugar organizó un almuerzo para despedirlo, del cual participaron los residentes, voluntarios y religiosos de la congregación.

"Apenas le comuniqué que había venido a buscarlo, colocó sus escasas pertenencias en una valija. Estuvo listo para volar a Santiago desde el minuto uno. Nos sentimos profundamente felices y emocionados", relató José. Si bien Anselmo vivió toda su vida alejado de su hermana, sostiene que "el corazón y la cabeza tienen memoria".

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