Historias

Tras tres semanas de promesas fallidas, le donaron un celular a Miguel, el chico que perdió el suyo con fotos y videos de su mamá fallecida

A pesar de la viralización de su pedido desesperado no tuvo novedades. Pero una vecina se enteró, difundió lo que pasó y un hombre no dudó en entregarle su celular. El noble gesto del niño.
domingo, 14 de octubre de 2018 09:00
domingo, 14 de octubre de 2018 09:00

Miguel Retamar estuvo en boca de todos a fines de septiembre, cuando se conoció su pedido desesperado por recuperar su teléfono celular. Lo había perdido al bajar de un remiss cuando acompañaba a su abuela a cobrar su jubilación en una sucursal del banco San Juan. En el aparato guardaba fotos y videos de su mamá, recientemente fallecida por un cáncer fulminante. El nene de 11 años estuvo en todos los medios de comunicación provinciales e incluso, su historia se conoció en medios de Buenos Aires.

Por eso, cuando Claudia (prefirió reservar su apellido) vio a Miguel, lo felicitó por el celular y la tablet que supuestamente le habían donado. También, creyó que recibió ayuda para recuperar los recuerdos de su madre. "No me donaron nada ni tuve noticias del celular robado. No recuperé nada", me dijo y me partió el alma", señaló en diálogo con Diario La Provincia.

Claudia es vecina de Miguel y sabe de su dolor y sacrificio. "Compró el celular vendiendo rosquitos que su mamá le hacía. Con su sonrisa y un gesto en su cara que era imposible decirle que no, le comprábamos siempre. Después, le mostraba a los vecinos que gracias a su ayuda, había podido comprar el aparato. Las fotos y videos que allí guardaba de su mamá, no tienen precio", destacó.

Los días de Miguel después de la sobreexposición mediática siguieron con el dolor del duelo por la falta de su mamá y en eso, "empezó a jugar básquet para distraerse"un poquito", me contó. Pero en el primer partido, se quebró un brazo. Sobre llovido, mojado".

Claudia no dudó y decidió hacer algo por su vecino. "Pusimos una urna en el negocio en el que trabajo, en Santa Fe y Gral. Acha para que la gente colaborara, desde lo que pudiera para comprarle un celular a Miguel. Mi papá fue el primero en prenderse a la idea y también publiqué en redes sociales que al chico no le donaron nada. Sólo promesas fallidas a un niño que está atravesando un terrible duelo".

En eso, la respuesta no se hizo esperar. "No pasaron ni 12 horas de la publicación y un buen hombre, "Pepe" Sainz se comunicó para decirme que me donaba su celular; que estaba nuevo y quería que lo tuviera Miguel".

Con el equipo en sus manos, Claudia fue a ver a Miguel y su abuela. "Lloraban de la emoción. Miguel me abrazó fuerte; no lo podía creer. Le conté que el dinero que está en la urna que colocamos en el negocio era para él. No sé cuánto juntamos, porque está cerrada, pero lo que sea está destinado para él. Me contestó: "sólo necesitaba el celular y ya lo tengo. Devolvé la plata a todos los que colaboraron y deciles que muchas gracias". Me emocioné. Le dije que no; que ese dinero es suyo y además, aunque intentara devolverlo no podría porque la gente lo colocó allí de manera anónima", expresó.

La cadena "real" de solidaridad por Miguel no termina. "Vecinos me contaron que busca rincones, en el edificio en el que vive, para tener señal de Internet. El próximo objetivo es pagarle un abono para que tenga ese servicio. Se lo merece; es un niño bueno, educado en valores y muy querido en el barrio. Además, aunque no recuerda el mail con el que configuraron el celular en el que tenía recuerdos de su mamá, seguiremos insistiendo y buscando ayuda para tratar de recuperarlos", señaló.

A Claudia, el dolor de Miguel le tocó fuerte el corazón y por eso, siente a flor de piel la emoción del niño. "También perdí a mi mamá y sé lo que sufre. No era tan chica como él y tenía a mis hermanos y papá. Pero él está solito con su abuela. Si ya lo quería desde antes; ahora lo quiero mucho más. La emoción me invadió cuando Pepe entregó sin dudar su celular, pensando sólo en el bienestar de Miguel y desde el dolor de tantas promesas incumplidas a un niño que sufre. Ni hablar de quien encontró el celular y ni siquiera envió las fotos y videos a los números que muchas personas dieron. No pude dormir ese día y no podía dejar de decirle "gracias" a Pepe; hasta que me dijo: "basta de agradecerme; lo tenía que hacer". Personas como él y como Miguel, son grandes tesoros".

La urna para ayudar a Miguel seguirá disponible unos días más en La Marina, Santa Fe y Gral. Acha, en pleno microcentro sanjuanino para quienes deseen ayudarlo.

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