Reflexión

Monseñor Lozano sobre la Asamblea Federal de ACA: "Misión con todos y para todos"

El arzobispo de San Juan de Cuyo habló en su columna semanal sobre los objetivos del multitudinario encuentro en San Juan.
domingo, 14 de octubre de 2018 09:18
domingo, 14 de octubre de 2018 09:18

En plena Asamblea Federal de la Acción Católica Argentina, monseñor Jorge Eduardo Lozano, arzobispo de San Juan de Cuyo y miembro de la Comisión Episcopal de Pastoral Social, dedicó su columna semanal a las intenciones del encuentro que se realiza en San Juan.

"Este fin de semana estamos viviendo en San Juan un acontecimiento de mucha gracia: la 29º Asamblea  Federal Acción Católica Argentina bajo el lema “Él nos amó primero. Acción Católica, misión con todos y para todos”. Este encuentro no solamente congrega servidores de la Iglesia o grupos de afinidad sino que reúne amigos, compañeros de camino, testigos de la fe compartida. Desde hace varios meses que venimos trabajando con cariño para recibir a los hermanos.

La cita del Evangelio de la Primera Carta de San Juan que ilumina esta Asamblea, “Él nos amó primero” (I Jn. 4, 19), me despierta algunas reflexiones que les quiero compartir.

Jesús nos primerea. No es una simple constatación teórica, como describir la composición química del agua, o afirmar que la tierra gira sobre su eje y en torno al sol. Es una certeza vital que recoge la experiencia de siglos de hombres y mujeres de fe, y nos lleva a mirar la vida desde esta convicción de sabernos amados. En el amor el que da el primer paso siempre es Jesús. Él toma la iniciativa. Salió a buscar a la oveja perdida, fue al encuentro de Pedro y los discípulos a orillas del lago, irrumpió en la mañana de la Pascua en medio de ellos encerrados por miedo, los envió por todo el mundo.

Dios habita en nosotros y nos hace hermanos. La Comunión con Dios y con los hermanos es una misma realidad fruto de ese amor de Dios por nosotros, que habita en cada uno (los creyentes) y se expresa en la vida fraterna. La Comunión no es voluntarismo, sino respuesta libre acompañada y sostenida por el Espíritu Santo.

Somos de la Iglesia. La pertenencia a la Iglesia (comunión con Dios y los hermanos) no es como la adhesión a una ONG o un Club en los cuales uno se inscribe. Sino una iniciativa de Dios, una convocatoria al bautismo. Es un misterio de mutua permanencia. “Dios mora en nosotros (…) estamos con Él y Él en nosotros” (I Jn 4, 12 y 13).

Nuestra respuesta al amor se manifiesta en la misión. “La Acción Católica es Misión con todos y para todos”, dice la bajada del lema de esta Asamblea. Son tiempos complejos que requieren una respuesta generosa que supera el medio pelo común. No basta con “granitos de arena”, ni con buenas intenciones. Hace falta una siembra abundante y generosa. La Misión es consecuencia del amor de Dios que envía.

Misión con todos. Esto expresa la dimensión de comunión eclesial que no deja a nadie afuera. Mira a los vínculos que nos unen en la comunidad cristiana. Son vínculos que nos remiten al mismo Dios amor que nos amó primero. El llamado a la fe es convocatoria al discipulado misionero (DA 156). Uno de los carismas de la Acción Católica es la Diocesaneidad. Por eso Francisco nos enseña que “la Parroquia no es una estructura caduca (…) Esto supone que realmente esté en contacto con los hogares y con la vida del pueblo, y no se convierta en una prolija estructura separada de la vida de la gente o en un grupo de selectos que se miran a sí mismos”. (EG 28)

Misión para todos. “La Acción Católica tiene que ofrecer a la Iglesia diocesana un laicado maduro que sirva con disponibilidad a los proyectos pastorales de cada lugar como un modo de realizar su vocación. Necesitan encarnarse concretamente.” (Francisco, 27 de abril 2017)

Y quisiera compartirles algo personal: que también una parte de mi vida se forjó en la Acción Católica. En ese ambiente fui viendo nacer amor por la Iglesia, por los hermanos, cultivando amistad y servicio.

Este mes de Octubre, la Iglesia Mundial la dedica a las Misiones, invitando a los cristianos del mundo entero a tomar conciencia de su responsabilidad común frente a la evangelización del mundo. Se proponen cinco grandes objetivos: 1. Dar a conocer la actividad misionera de la Iglesia. 2. Hacer comprender a todos los fieles la importancia de las misiones en el mundo actual. 3. Estimular el fervor misionero de todos los fieles y promover las vocaciones misioneras. 4. Promover la Cooperación Misionera Espiritual por medio de la Oración y el ofrecimiento de Sacrificios por las misiones y los misioneros en el mundo entero. 5. Promover la Cooperación Misionera Material, solicitando la ayuda económica en favor de las Misiones.

Este domingo serán declarados santos por nuestra Iglesia Universal siete beatos: Pablo VI, monseñor Romero, Nazaria Ignacia de Santa Teresa de Jesús, padre Vincenzo Romano, María Caterina Kasper, Franco Spinelli y Nunzio Sulprizio. Rezamos con ellos, por ellos, por sus comunidades y también nos encomendamos a sus cuidados como pueblo de Dios en marcha".

 

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