Su nombre es Carlos Antonio Torés y hace más de 10 años que se encuentra en la intersección de avenida Ignacio de la Roza y Calle Paula Albarracín de Sarmiento, en la capital provincial. Con su camioneta cargada de frutas y verduras, el verdulero ofrece a los sanjuaninos mucho más que productos a la venta: ofrece sonrisas. Cualquiera que pasa por ahí, nota su sentido del humor y sobre todo su amabilidad.
“Soy hijo de papás que tuvieron fincas y todo eso, trabajo desde que tengo noción. Empecé a caminar y a conocer la gente. También estudié, hice una parte del secundario y después me dediqué por completo a esto”, afirmó Torés a Diario La Provincia quien ejerce este oficio desde que tenía 6 años de edad y por más de 35 años.
Muchos años de su trabajo le implicaron recorrer las rutas argentinas. Es que fue camionero transportando uva, papa, cebolla y hasta champagne desde la provincia de Mendoza a todo el país. “Siempre comía algo de lo que llevaba pero al champagne no lo podía tomar, menos si manejaba un camión con acoplado, solo lo podía llevar”, bromeó entre risas.
Con respecto a la relación que mantiene con sus clientes, el mismo Torés reconoció que se divierte mucho haciendo chistes o, de vez en cuando, ofreciendo piropos pero “siempre con respeto”, a las mujeres que pasan por el lugar. Además contó que quiere mucho a los sanjuaninos ya que siempre le responden con risas o de buena manera sus bromas.
“Quiero mucho a la gente de acá, son como una familia para mí. Es mucho el tiempo que paso con ellos acá. Conozco desde el que tiene toda la plata hasta el más pobre, y los quiero a todos por igual, no hago diferencias. La gente es muy buena conmigo. Hasta el gobernador se ha parado a comprarme”, dijo.
Carlos confesó que le gusta hacer bromas y hacer reír a los demás. “A veces los ves que vienen con caras largas y después de un chiste se van diferentes. No siempre me compran, no siempre se llevan una bolsa de verdura, pero si una sonrisa en la cara y eso a uno le hace bien”, destacó.
Por otra parte, Torés hizo referencia a cómo lo afecta la nueva situación económica del país, y contó que su tarea es cada vez más difícil ya que la gente no se para tanto a comprar, y debe tomar otras alternativas para no perder la mercadería. “Salgo a recorrer las calles, me meto en zonas donde hay villas, donde hay pobreza”, confesó.
Por último, admitió no tener ningún tipo de adicción y reconoció que le gusta mucho hacer musculación y bicicleta en un gimnasio, además de practicar mountain bike en pueblos de departamentos alejados al Gran San Juan, como lo son Media Agua, Los Berros y Pedernal. “Me gusta ir solo a pedalear. Noto que en la actualidad es poca la juventud que hace gimnasia. Veo muchos chicos que les gusta tomar alcohol o meterse con drogas, deberían disfrutar de otra manera”, finalizó Torés.
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