Sara Bustos, de 38 de Zonda, ingresó al hospital Guillermo Rawson por haber sufrido un aborto espontáneo. Al perder mucha sangre los profesionales de la salud consideraron necesario realizarle una transfusión de sangre, sin embargo ella se ha negado a recibirla.
La mujer habría firmado un acta ante un escribano manifestando que se le practique dicha intervención médica acusando motivos religiosos. Es que ella es practicante de la religión Testigos de Jehová.
Ante el caso ha actuado la justicia. El juez Pablo Flores deberá resolver si decide en base a la legislación qué deben hacer los médicos ante este tipo de situación.
La mujer tiene un acta firmada ante un escribano público que impide que pueda recibir sangre, aduciendo cuestiones religiosas.