Un punto recurrente que genera malestar todos los años en el Carrusel del Sol es el uso de espuma en manos de las familias. Niños y adolescentes recurren a los aerosoles para arrojar a cada reina y sus bailarines que transitan sobre el carruaje que representan.
Desde la organización de la fiesta anunciaron que para esta edición incrementarán todos los controles a lo largo de la avenida Ignacio de la Roza y las inmediaciones para así evitar la venta y uso de espuma.
"Se firmó un convenio con el intendente Franco Aranda y estamos trabajando con monitores e inspectores de comercio para que decomisen la mercadería", adelantaron desde Turismo, atentos a que desde temprano los vendedores ambulantes suelen recorrer o ponerse en un punto clave para vender la espuma.