Un carro con fantasía convierte en princesas a las niñas en el Parque de Mayo

Los ojos les brillan y la sonrisa se dibuja en sus caras de par en par. Ese carro que lo vieron varias veces en los cuentos de hadas ahora lo tienen frente a ellas y por unos minutos se sentirán princesas con corona incluida. Esto sucede casi todas las noches de vacaciones en el Parque de Mayo de la mano de un carro creado por el artesano Segundo Bazán. 

 

 

Se trata de una movilidad que en un inicio fue impulsada con caballos y ahora es motorizada. El vehículo de ensueños comenzó a idearse en la cabeza de Segundo en junio del 2011 cuando frente a su pequeña hija Leila, que por aquel entonces tenía tres años, vio la ilusión en su cara de las películas infantiles.

 

"En mi hija me inspiré. Quería hacer algo para ella, para que pasee, al igual que todos los niños. Ahí empecé a hacerlo. Para mi, todos ellos son ángeles y trabajo con ellos. Hice una matriz de yeso en el piso, bajo la dimensión de las personas. Hice los relieves y sobre eso saqué un molde de fibra de vidrio y luego una nueva figura. Finalmente compre la motito y lo armé", recordó Segundo en Diario La Provincia y luego confesó que no pensó "que fuera a tener tanta aceptación".

 

 

El primer viaje lo realizó a fines del 2013 llevando una cumpleañera de 15. Luego, de boca en boca, se fueron sumando interesados a lo largo de los años. En este 2016 incluso se sumó la Reina de Rawson en una caravana. La invitación a subirse al carro, por un módico precio de 10 pesos, la realiza no solo en el Parque de Mayo sino también está algunos fines de semana en la Plaza España.

 

"El sueño tiene que ser para todos, ganar poco y darle el gusto a todos. Cada vez que hago esto me siento joven. Es lo que me gusta y trabajar por los niños es hermoso. Éste es el mejor alimento para la persona. Me encanta trabajar con los chicos que son para mi esos ángeles", agregó Segundo quien en su trayectoria se encuentra la creación de varias calesitas en San Juan y en Buenos Aires. En el Parque de Mayo realizó una calesita que actualmente congrega a decenas de chicos todos los fines de semana en las inmediaciones de calle Las Heras.

 

 

Bazán hizo desde muy joven calesitas y carrusel. Su oficio es metalúrgico y en Buenos Aires empezó a hacer estos atractivos infantiles. "En Buenos Aires fabriqué y vendí varias. Le agarré la mano a la fibra de vidrio y cuanto tenía 38 años hice la calesita del Parque. Ahora tengo 69 años y esa calesita genera asombro en muchos sanjuaninos y turistas. Es que tiene cuadros pintados a mano. Son cielos razos pintados por un bonaerense que atrapan", finalizó Segundo haciendo una comparación que invita a entender lo que genera esto en los niños: "la calesita como el payaso y el metegol, es sano y no pierde la vigencia. Es algo que los chicos sueñan y dejan la mente volar en algo sano".