En cuanto a la capacidad predictiva es imprescindible para nuestra supervivencia. ¿Por qué? "Nuestro ambiente es cambiante y por ello, debemos ser capaces de anticipar qué vendrá para actuar en cosecuencia", explicó Agustín.
Su último experimento, que fue destacado en el programa "Científicos Industria Argentina" de Adrián Paenza, tiene que ver con demostrar esto y lo recreó en el Café Tortoni. Allí una pareja de tango bailó menos de un minuto en tres secuencias, una sin error y las otras dos con errores leves y uno evidente, ante un espectador que desconocía de técnicas de interpretación.
Para poder captar sus señales cerebrales, Agustín le colocó una suerte de casco lleno de sensores con electrodos que captan y amplifican las señales del cerebro. Éstas, a su vez, son enviadas a un equipo de Electroencefalografía de Alta Densidad que detecta la actividad cerebral con precisión de minisegundos.
"Elegí el tango porque el cerebro de los bailarines se anticipa y predice con precisión los errores mientras se baila. Lo que hacemos es comparar el cerebro de un experto con el de una persona que desconoce sus técnicas. Esta danza requiere la coordinación entre dos personas con mucha impredictibilidad en una secuencia compleja de pasos", detalla el especialista.
Ahora bien, luego de captadas las señales se envían a una computadora que las filtra y procesa para poder identificar la señal eléctrica en respuesta al experimento. "Se mide la actividad de distintas y amplias regiones del cerebro, pero no discrimina por neuronas sino por miles de ellas que reaccionan ante un gran estímulo", detalló.
¿Cuál es el resultado? "Pudimos detectar claramente cuando el cerebro está prediciendo una determinada acción, ya sea que la persona conozca o no lo que está viendo o viviendo. Y es que la predicción es inconsciente y sucede antes de las personas decidan si hubo o no un error en algo. Esto es lo realmente interesante. El cerebro siempre se está anticipando a lo que va a ocurrir y esto es posible gracias a las experiencias vividas y la información que nos brinda el contexto. A veces, las predicciones son explícitas o implícitas. Por ejemplo, en las interacciones sociales, uno detecta inconscientemente claves acerca de lo que la otra persona está pensando o sintiendo y actúa en consecuencia".
Probado esto se viene un nuevo paso que es la posibilidad de lograr un entrenamiento de esta capacidad para predecir con mayor certeza. "Este es el nuevo desafío que es claramente posible de lograr", señaló Agustín.
Una mente brillante
El sanjuanino Agustín Ibáñez es doctor en Neurociencias Cognitivas, graduado con la máxima calificación. Se especializó en electrofisiología en el Max Plank Institute for Brain Research (Alemania) y realizó estudios postdoctorales en el Centro de Neurociencias de Cuba, en la University of Heidelberg (Alemania) y en el CONICET (Argentina).
Se desempeña como profesor en universidades de Argentina, Chile, Colombia y Alemania y actualmente es director del Laboratorio de Psicología Experimental y Neurociencias (LPEN) de la Fundación INECO (Argentina). Además es miembro de la carrera del Investigador Científico de CONICET (Argentina); co-director del Núcleo UDP-Fundación INECO para las Neurociencias- NUFIN (Universidad Diego Portales, Chile); miembro del Social, Cognitive and Evolutionary Research Link (Inglaterra), e investigador afiliado del Center for Social and Cognitive Neuroscience en la Universidad de Chicago (Estados Unidos). También integra distintas sociedades científicas internacionales.
Además de casi 100 artículos científicos sobre sus investigaciones, Ibáñez realizó un gran número de contribuciones científicas en las áreas de la neuropsiquiatría, la neurociencia social, la psicología cognitiva y experimental; y colabora con centros internacionales de excelencia tales como la Universidad de Heidelberg (Alemania), el MRC Cognition and Brian Science Unit de Cambridge y la Universidad de Edimburgo (Reino Unido), así como también las Universidades de Nueva York, Caltech, Chicago y Wisconsin (Estados Unidos).