lunes, 13 de julio de 2015
10:39
A un poco más de 24 horas del robo violento que sufrió en su casa a metros de la Central de Policía y que dejó a su esposo Pablo Aguilar con once cuchillazos en su cuerpo, Paula Arias habló con la prensa y contó cómo fue esa madrugada en la que dos delincuentes ingresaron a su casa con las peores intenciones.
La joven contó que estaban durmiendo con su marido cuando escucharon ruidos y él fue a ver qué pasaba. En ese momento él reaccionó "tacléandolos" y los malvivientes respondieron con una serie de golpes que luego se dieron cuenta que era con un arma blanca.
"En eso tomo un cuchillo de la cocina y veo que en la mano derecha tienen un arma de fuego. Y cuando me ven lo sueltan a Pablo", contó Paula en Radio Colón. Luego agregó que a Pablo lo hirieron con un arma blanca en el lado derecho del cuerpo con perforaciones de distintos tipo y que no llegaron a ser mortales por la masa muscular que él tiene como deportista.
"Presumo que el arma de fuego no tenía balas o era de juguete. En ese momento empecé a gritar, me acerqué con el cuchillo y cuando el ladrón me vio con el cuchillo lo soltó. En el momento que Pablo se agarró con el ladrón no se dio cuenta de las puñaladas... en ese momento me grita por favor que llame a la ambulancia que se iba a desangrar. Salgo corriendo y voy a las ambulancias del SMI que está frente a mi casa y me colgué de la reja gritando pero no respondieron", narró la mujer.
"En ese momento aparecieron dos chicos que llamaron a la ambulancia. Empecé a gritar, y apareció la policía de la Central y otro patrullero desde la avenida Córdoba. Empezó a llegar muchísimos efectivos policiales. La ambulancia se demoró cerca de 20 minutos. Llamé a a mi papá que llegó en menos de un minuto. Pablo me gritaba que se moría, que se desengraba", siguió narrando la joven quien agradeció la forma de actuar de los médicos del Hospital Rawson que le salvaron la vida. Muy especialmente agradeció al doctor Enrique Godoy que fue el que lo trató desde un primer momento.
Según la joven, los ladrones tenían entre 25 y 30 años y uno de ellos llevaba un pasamontaña. Éste "iba más preparado y predispuesto con un arma blanca y una de fuego. Iban derecho a reducirnos, a matarnos", agregó
Luego Paula destacó que la policía "se portó muy bien, hicieron rastrillaje, estuvieron ahí y me llamaron un montón de veces. El jefe de policía se acercó y habló con Pablo. Han sido muy atentos. Ellos tampoco prometen nada y son muy cautelosos me imagino que por protocolo y espero que esto termine como debe terminar".
"Esto dejó de ser un intento de robo y pasó a ser un intento de homicidio. Mi esposo recibió once puñaladas, lo iban a matar", agregó.
La mujer contó que Pablo evolucionó muy bien, que le hicieron una tomografía para ver cómo estaban todos los órganos y la tomografía salió muy bien. De ánimo "está excelente, está muy sensible por el apoyo y va evolucionando bien". Sigue en terapia intensiva en una clínica privada y probablemente siga ahí al menos un día más. Después lo pasarán a una habitación común.
Después de este hecho, la pareja decidió irse de la casa. "Lo más probable es que nos vayamos de ahí, yo no puedo vivir tranquila ahí. No me puedo sacar esa imagen de la cabeza. Lo más probable es que nos vayamos porque ahí nací y me crié", finalizó.