Daniel Sánchez es un hombre que le cuesta decir que es feliz. La vida le ha dado una mujer e hijos pero su situación de extrema pobreza más la discapacidad que tiene hace que suela ver la vida con tristeza. El hombre vive en Zonda, en una precaria pieza sin puertas ni ventanas. En donde van éstas, su familia cubre los huecos con cortinas para que no pase el frío en el invierno o el calor en el verano... pero el resultado es el mismo.
En la pieza, realizada en un terreno que heredó de su padre, vive él con su mujer Sandra Gómez y tres de sus cinco hijos cuyas edades van de los 10 a los 15 años. "Hace dos años vivían bajo palos y nailon y el padre de Daniel les dejó el terreno donde la municipalidad de Zonda les hizo esta pieza de block donde viven ahora pero igual hay mucha pobreza", comentó a Diario La Provincia José Morales, un amigo de la familia que trata de ayudarlos como puede.
Daniel Sánchez vive en una pieza que queda en calle San Martín entre Ruta 12 y calle Matías Sánchez en Zonda. Allí todos los vecinos tratan de darle una mano donándoles ropa y calzado. Pero no es suficiente porque no son donaciones nuevas y el desgaste termina siendo determinante en su durabilidad. Además la municipalidad, a través de Acción Social, les dona todos los meses un bolsón de comida pero no es suficiente para subsistir.
"Daniel está enojado porque quiere vivir bien y sabe que no puede porque al ser no vidente no puede trabajar. Sueña con tener una casa digna para su esposa e hijos y lo único que quiere es que ahora le hagan un baño en donde vive para que puedan hacer sus necesidades en un espacio higiénico", contó José quien explicó que los niños más chicos van a la escuela Número 84 Mercedes Nievas donde viven en jornada completa pero igual les falta ropa y calzado.
"Los otros días los niños andában descalzos con el frío. Se que también es una cuestión de cultura pero muchas veces ellos no van a la escuela porque no tienen los recursos para hacerlo", agregó.
Además de los tres hijos que viven con Daniel, tiene otros tres que no están con él. El mayor es el que abandonó la escuela y hace changas para ayudarlos mientras que otra de las nenas está internada en un instituto.
Daniel actualmente tiene una pensión y pide limosna acompañado de su esposa en el centro, especialmente en las inmediaciones de Energía San Juan. Un cartel en su pecho suele decir "Ayúdeme tengo hijos que criar" y por ellos es que todos los días se traslada de Zonda a Capital para obtener unos pesos y así darle una mejor alimentación a su familia.