Historia

Las estaciones de ferrocarriles se mantienen intactas a la espera del despertar de los gigantes

Las Lomitas en Albardón, Sánchez Huertas en Pocito, Talacasto en Albardón, fueron algunas de las estaciones que vieron pasar los sueños de miles de personas como pasajeros o de la mano de las mercaderías que allí se transportaban.
lunes, 25 de mayo de 2015 10:21
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Algunas estructura están intactas. Otras les falta solo el techo o están destruidas por completo. Las realidades de las estaciones de trenes en San Juan varían de acuerdo a la zona y su contexto. Pero todas, sin dudas, son el vestigio de un pasado que fue prospero y que aguarda por el despertar de los gigantes: los ferrocarriles.

Las líneas ferreas están siendo restauradas en su extensión por 1500 soldados del Ejército Argentino de acuerdo a lo que anunció el ministro Agustín Rossi, lo que implica que se reactivarán plenamente las vías del Belgrano Cargas en todo el país. 

¿Pero cómo fueron aquellos años de oro de los ferrocarriles en San Juan? Los trenes tuvieron un importante significado para los pueblos del interior. Las Lomitas en Albardón, Sánchez Huertas en Pocito, Médano de Oro, Las Casuarinas de 25 de Mayo, Talacasto, fueron algunas de las estaciones que vieron pasar los sueños de miles de personas como pasajeros o de la mano de las mercaderías que allí se transportaban.
 
Según publica el libro "Aportes desde la Historia a la Revalorización del Patrimonio Cultural Sanjuanino", el 12 de abril de 1885 llegó a San Juan la primera locomotora y fue la que unió todas las provincias de Cuyo. Fue de la mano de la línea final del Ferrocarril Andino, que luego se llamó Buenos Aires al Pacífico y finalmente General San Martín. En aquel entonces la provincia contaba con 83 kilómetros de ferrocarril, con seis estaciones habilitadas para la carga de pasajeros y mercadería. Luego se construyeron ramales que conectaron la periferia con el centro de San Juan.
 
Estación Talacasto
Es sin dudas una de las más atractivas que hay actualmente a la vista de los transeuntes. Se ubica sobre rutas Nacional 40 y la Provincial 436 en Albardón. Quienes transitan rumbo al norte de la provincia y a la zona de Calingasta se pueden encontrar con éstas e inclusos pueden ver muy cerca lo que fueron las líneas ferreas que por allí pasaban.

Talacasto es un complejo de edificios que se encuentran distribuidos en un trazo de un kilómetro.  Allí cada estación está intacta en sus paredes pero ya no cuenta con techos ni ventanas ni puertas. Las construcciones están hechas con piedras y su mayor auge fue en la década del '30 cuando el trazado del ferrocarril trasladaba personas y productos desde distintas regiones del país. Aquella línea férrea unía Ullum con San Roque en un tramo de 130 kilómetros y la historia indica que la gente de la zona decidió abandonar el lugar tras una importante crecida que alarmó a los vecinos por aquella época.

Estación Jáchal
Ésta es sin dudas una de las estaciones que mejor conservada se encuentra. Las paredes son de piedra y las puertas están intactas al igual que las columnas que conservan los colores amarillo y negro propio de la época. Allí se encuentra el Destacamento de la Policía Federal y por ello está bien conservada.
 
Quienes se acercan por la zona pueden encontrarse con el depósito de locomotoras también construida con piedras y grandes ventanales. A pocos metros del galpón en dirección a la estación se visualiza el tanque de agua de grandes dimensiones.
 
El ramal que conectó la ciudad de San José de Jáchal con la Capital de San Juan fue el Central del Norte o del Estado, actualmente llamado Belgrano. Esta línea férrea aún puede observarse y cruza los departamentos de San Martín, Angaco, Albardón, Ullúm y Jáchal. 
 
Su fortaleza fue a partir del '50 con el transporte de pasajeros y de carga, rutina que se mantuvo hasta el año 1961 y luego siguió como carga transportando piedras hasta 1984. Hay quienes dicen en la zona que la construcción del ramal A7 fue una casualidad porque en Buenos Aires se estaba gestando la posibilidad de llegar desde Angaco Norte a Patquia (La Rioja), por el paso Mogna, distante unos 40 km de Jáchal. Pero el inconveniente que tenían era de 40 km entre Mogna y Famacao, donde no se podían construir los terraplenes, ya que eran aguadas, con tierra movedizas y blandas".

Las Lomitas
La primera línea ferroviaria que llegó a Albardón tuvo una estación de paso que se llamó Las Lomitas. Era de este tipo porque las principales terminales se encontraban en la ciudad de Jáchal y el Gran San Juan. 

Dicha estación estaba ubicada a cinco kilómetros de la Villa San Martín, situada perpendicularmente a la calle La Laja y su frente da al sur sobre calle Reconquista. Allí se levantó en una zona densamente poblada y con un gran potencial económico relacionado con la cercanía de las canteras de trabertino y las características viñas del moscatel albardonero.

La inauguración de ésta fue el 1 de diciembre de 1930 y para la gente de la época fue uno de los mayores logros viales. Es que el tren de pasajeros unía la capital de San Juan con la ciudad de Jáchal.

"Mañana correrá el primer tren: con la aplicación del nuevo horario de los ferocarriles del Estado quedaría liberado al servicio público la línea férrea a la ciudad de Jáchal, llegando el primer tren de pasajeros hasta la estación terminal. Se trata de un servicio condicional que se hará dos veces por semana hasta que la Dirección General del Ferrocarril autorice hacerlo definitivamente", decía un artículo del diario "Diario Nuevo" que salió publicado el 30 de noviembre de 130.

Con los años su fin principal que era el traslado de pasajeros y mercaderías se fue perdiendo y terminó siendo solo de carga de productos como la uva moscatel o la piedra caliza. Esto se debió a que en 1944 el terremoto destruyó la estructura por completo y el servicio de pasajeros no era oportuno. En este escenario, las autoridades administrativas del Ferrocarril del Estado decidieron que sólo se brindara el servicio de carga y se reconstruyó la estación con una arquitectura propia de la década del '50, según señala el historiador César Guerrero en su libro "Albardón, a través de su historia".

La estación, que estaba conformada por unos galpones que sirven de depósito y una báscula, actualmente se conserva en perfecto estado con respecto a lo edilicio. De hecho, hasta se conserva un tanque que antes tenía agua para proveer a lo que fueron las locomotoras a vapor.

Estación Médano de Oro
Esta estación fue la que tuvo menos tiempo de vida pero su estructura fue imponente. Pese a ello, hoy está destruida y se conserva en ruinas tanto la casa de los cambistas como los andenes, terraplenes y galpones.

La Estación Médano de Oro era muy atractiva por su diseño inglés, de hecho fue construida por extranjeros como yugoslavos y polacos. Ésta está ubicada al Este de calles Ramón Franco y 6 en Rawson y para llegar a este lugar se debe atravesar el predio de la Federación Gaucha "Virgen de la Fuente". 

El ramal que pasaba por esta estación es el que unía Villa Krause con 9 de Julio, pasando por Colonia Rodas y Médano de Oro. Su función inicial fue la de transportar productos para la zona pero su objetivo quedó truncado ya que no se pudieron construir los puentes para atravesar el río San Juan y en 1947 el tren ya no circulaba por el lugar. 

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