Historias

Octavio Perón, el violinista que superó los obstáculos físicos y divierte en la galería Estornell

Es un joven entusiasta que ama lo que hace y lo transmite todas las tardes tocando su instrumento. Ha debido superar diversas enfermedades y aseguró que la música fue un gran apoyo.
domingo, 27 de diciembre de 2015 00:00
domingo, 27 de diciembre de 2015 00:00
Se llama Octavio Perón, pero decidió adoptar como nombre artístico el apellido Perón en homenaje al político. Tiene 18 años recién cumplidos, pero a pesar de su juventud poco a poco ha ido ganando cierto reconocimiento entre los sanjuaninos. Es que es muy común pasar  alguna tarde por la galería Estornell y disfrutar de sus melodías.  Hay melodías para todos los gustos, una balada para las parejas, o una cumbia para los chicos que se juntan durante el año en la plaza a la salida del colegio.

Son casi las 20.30, cuando Octavio decide dar por terminada su jornada laboral para ir a tomar un café y charlar sobre su vida y sobre la pasión que adquirió a los 7 años. "Comencé en una orquesta en Santa Lucía. Cuando ya llevábamos dos años, salimos de un concierto y con los chicos a la salida nos fuimos hasta una cafetería en la que trabajaba la hermana de uno de los chicos. Nos daba vergüenza entrar y pedirle agua. Entonces quisimos llamar su atención para que saliera. Sacamos el violín y nos pusimos a tocar. Ella nunca salió, pero la gente nos empezó a tirar monedas. Hicimos algo de $150 en un ratito y así sacamos para la coca. Después a los chicos les gustó la idea de seguir, éramos tres buscando un lugar. Estuvimos detrás de la Catedral, en la Casa de Sarmiento, en la peatonal, pero en muchos de esos lugares nos hacían problema porque no teníamos la autorización. Con el tiempo ellos se cansaron y yo seguí, ahí encontré la galería Estornell en donde no me hacían quilombo, tiene una buena acústica, y de paso te cuidan. Ya hacen dos años que estoy ahí”, comenzó. 

Toca lo que le pidan, clásico, rock, cumbia y hasta la marcha peronista, y se lo puede encontrar de lunes a viernes de 18.30 a 20.30. "Esto es un trabajo porque se saca un buen sueldito y además a partir de ahí me contratan para eventos. Después de que trabajo voy a la confitería que está adentro de la galería y ya me hice amigo de todos los políticos. Hace poco estuve con José Luis Gioja tocándole la marcha peronista en el cierre de campaña”, contó orgulloso.

La galería no es el único escenario que tiene, de hecho tiene muchas contrataciones para fiestas en general e incluso ha tocado en boliches como La Previa, Hugo y Mankewe.  "Creo que los descoloco un poco porque voy vestido con saco, moño, todo muy formal y de repente empiezo a tocar rock que es algo que no se suele combinar con el violín. Pero por suerte se copa todo el mundo”, aseguró.

Ya ha recorrido diversos puntos del país e inclusive en septiembre su música lo acompañará hasta Israel.  "Vengo acá no porque necesite la plata, yo soy clase media alta. Vengo porque esto es un servicio. Siento como que contagia. Cuando estoy mal salgo de casa y me pongo a tocar, es como que me inspiro y al mismo tiempo gano un poco de plata. Hace unos años me enfermé. Tuve problemas de tiroides, soy epiléptico, y tuve hasta problemas de azúcar. Debido a esto tuve que dejar la Escuela de Música a la que costó mucho entrar, pero tocar acá sin dudas me ayudó mucho”.  
 
"Estoy tan agradecido con todos, con la gente que estuvo en las buenas y en las malas conmigo, que me apoyaron y que me bancaron en situaciones tan incómodas como las convulsiones. Es por eso que estoy ahorrando y sueño con hacer una gran fiesta de agradecimiento en un salón. Ese es mi gran sueño, hacer una cena de gracias", finalizó.
 
Quienes quieran contactarlo lo pueden hacer al 156719476. "Jag sameaj", se despide deseando unas felices fiestas.

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