Su voz

Walter Cena rompió el silencio: "No contar con la miseria humana es no contar con mi propia miseria"

El padre se expresó por única vez ante la prensa. Lo hizo en Antena1 donde aseguró que entiende "la tristeza, el dolor, el reclamo, pero no hay que perder de vista ese lugar" que es el altar. Lee la entrevista completa.
jueves, 31 de julio de 2014 15:10
jueves, 31 de julio de 2014 15:10

El Fray Walter Cena se va el domingo a la madrugada de San Juan y antes quiso hablar con la prensa. Eligió la radio Antena 1 para expresarse y en Café a la Turca confesó que no le gusta salir en los medios pero lo hace porque la gente quiere escucharlo. "A mi el tema de salir en los medios de comunicación, no es algo que me agrade mucho", comenzó su relato.

En una charla que duró más de diez minutos, el Fray invitó a la gente a sumarse a la ceremonia del sábado a la noche y pidió la unidad de la comunidad. 

Me cuesta hacer la nota, por el aprecio personal, soy consciente de tu pelea diaria, de tus tropiezos... y has ganado tantos amigos

Creo que uno, lo que ha podido transmitir es desde la celebración porque ahí está el tesoro que cada uno lleva adentro. Uno es consciente que uno intenta hablar desde ahí. Con esto de la última misa, no es que uno celebra una partida sino que es volver a reafirmar el lugar desde donde nos vamos a encontrar siempre y desde donde nos dice cómo vivir que es la mesa de l a eucaristía. Desde ese lugar que es vida, expresa la vida cotidiana. Siempre digo que desde donde se genere vida ahí nos vamos a encontrar, aunque estemos lejos. Por eso, más allá que me genera dolor y tristeza irme, creo que es allí, entorno a esa mesa donde nos seguimos encontrando. La invitación es que me acompañen en la eucaristía porque el centro está ahí. La eucaristía es un grito de las personas que decimos que queremos vivir para los demás. Ahí está el reto. Entiendo la tristeza, el dolor, el reclamo, pero no hay que perder de vista ese lugar. Los invito a celebrar el sábado a las 20 ese gran don que tenemos y que indica que Jesús es nuestro.

¿Cuales son tus sensaciones hasta estas horas desde que presentaste la renuncia?

Anoche subí una canción que es de Raúl Canal, un cura que hizo una peregrinación desde el santuario de Guadalupe hasta Lujan y esa canción habla sobre "qué cosa seria es la fe de mi pueblo". Ésa es la experiencia que tengo, que he percibido dado mi renuncia. Es cosa seria la fe del pueblo con el cual me ha tocado en estos años caminar. Y como dice la canción me ha causado asombro.

Hay canciones con enorme peso en sus letras...

Si escuchas es como se hace fuerte frente a la tormenta. En medio de la pobreza aparece lo mejor, la humanidad, Jesús, confía, retrocede, pide justicia. Todos los movimientos del corazón de un pueblo aparecen, contienen y cuida porque se saben cuidar.

Hay una frase que  duele que es "miseria humana", quiera Dios que te lleves poca miseria humana de acá...

No contar con la miseria humana es no contar con mi propia miseria. Uno no puede contar con la miseria porque es parte nuestro, del equipaje que llevamos. Un domingo hablaba del trigo y la cizaña y dije que tratar de erradicar la cizaña es querer erradicar la posibilidad de crecer. Querer erradicar la cizaña en la comunidad significa querer erradicar la posibilidad de caminar, es mucha desconfianza en nosotros mismos. Es parte nuestra, va conmigo. Es una oportunidad para crecer. Todo esto es una gran oportunidad para ver cuanta humanidad aparece, cuan malo hemos sido. En nuestros gestos, reclamos, gritos, bueno haber... la humanidad se mide por el valor que le damos a las personas.

Cuando Jesús le da una segunda oportunidad a la prostituta. Por qué nosotros no podemos tener una segunda oportunidad?

Ninguna de nuestra vida puede ser una placa única. Con el tiempo, tal vez hay cosas que se van a ver con mucha más claridad para tener una mirada desde ahí. Sería tironear mucho el evangelio a una sola situación. En eso intento ser de cubrir todo el contexto, tratar de mirar. Es medio complicado para mi, en este contexto, tener todos los elementos.

Me contaban los alumnos que la emoción primó en la misa del patio del colegio...

Sí. En el momento de la paz comenzaron a traerme unas cartitas que me dejaron en el altar. Eso me partió. Es un cariño muy grande. Me causa asombro. Yo no soy consciente que lo que provoca la palabra, el gesto en los demás. Uno no lo mide porque está tratando de celebrar. Es muy lindo y tengo el corazón muy grande. 

Buscamos, sin pérdida de tiempo, que el colegio sea de puertas abiertas, donde la verdad se sostenga aunque duela...

En una oportunidad, creo que fue en el acto de la bandera cuando juraron los chicos de cuarto, con esto de la catequesis familiar, les di una invitación. Una de las cosas que más nos reclaman los jóvenes son los dobles mensajes, entre escuela, la familia y la sociedad. Me parece que el camino es hacia allá, cómo nos ayudamos para que el mensaje sea lo más claro posible. Los jóvenes y niños necesitan hoy un mensaje más claro. Si en esto de buscar mayor claridad o tan bien queremos saber qué pasa con la cuestión académico, es fantástico que los padres la hagan. Los directivos siempre piden que se comprometan con nosotros en este camino, que no dejen a los chicos y se olviden en la escuela. Este es el reclamo de las maestras cuando convocan a las reuniones y sobre todo en estos temas que han pasado del maltrato y las adicciones. Hay cosas que nos competen a todos y no podemos estar exento. 

Es verdad que mandaste un escrito pidiendo que dejasen de lado tu renuncia inicial

(silencio y titubeo) Son cosas que no hay que detenerse en esas cosas...

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