Finalmente llegó el gran estreno de Believe, la película documentada de Justin Bieber. La sala del Cinemacenter recibió a decenas de fans del cantante canadiense que desde temprano se agolparon para esperar el inicio de la función.
Desde las 15, varias jovencitas se ubicaron en el ingreso a las salas para contar sus expectativas e intercambiar los conocimientos que tenían de la cinta. Chicas de entre 13 y 17 años colmaron el lugar pero no faltaron los varones que también, cargados de merchandising, alentaron a su artista favorito.
En todas las funciones, las filas por entrar se hicieron populosas y llegaron hasta las escaleras. Muchos eligieron ver dos veces la misma película.
"Me encantó. Estuvo fantástico. Lloré toda la película. Vi las dos funciones y estuve acá desde las tres de la tarde", confesó Micaela (17) quien aseguró que lo sigue siempre en todos los canales de TV que sale y no le importa lo que digan de él porque lo "ama".
"En el fans club de San Juan somos 372 chicos, entre mujeres y varones, pero hay muchísimos más que adoran a Justin. Somos como 500 o 700 los que seguimos acá a Justin. Lo amamos y fue muy emocionante verlo en el cine", comentó Vanesa (15) del fans club JBSJO convencida de que no importa lo que digan de él los medios sino lo que él transmite a la gente.
Por su parte, Laura (13) aseguró que las palabras de Justin que más le rebotan en los oídos y en el corazón son "Hay que creer siempre" y "Nunca dejes de soñar". "Lo amo, lloré toda la película. Es muy bueno y honesto. Es como cualquier chico y se muestra tal cual es en esa película con los efectos y las virtudes. Es como cualquiera de nosotros", señaló.
Finalmente Candela (15) señaló que no se puede decir que haya un momento de la película que sea más fuerte o importante porque toda es muy buena. "Me encantó la parte de los recitales o cuando se acerca a las fans. Me imagino lo fuerte que debe haber sido tenerlo tan cerca. Pero verlo en la pantalla gigante fue como estar ahí. Fue hermoso. Mágico. Me lloré todo", destacó la jovencita.
Sin dudas fue un momento mágico para las adolescentes que fueron a ver a su ídolo en la pantalla gigante. Muchas aprovecharon las gigantografías que estaban puestas en distintos puntos del cine para "sacarse fotos con Justin". Otras tuvieron la oportunidad de comprar una lata con pochoclo cuyas imágenes que bordeaban la misma eran las alusivas a Believe.
