El caso de Fabricio Fernández, el joven que asegura llorar sangre cuando reza por la paz del mundo, aún mantiene atenta a la sociedad sanjuanina. El rawsino aseguró a los medios locales que vive un momento de mucha fe por la revelaciones que siente en su cuerpo y comentó que ya puso el caso a disposición del Arzobispado. Desde esta institución aseguraron que recibieron la llamada de la madre del chico pero que no tomaron contacto con el caso en sí.
En este contexto, recomendaron que se acerque al obispo de más confianza que tenga y a él le traslade la inquietud de lo que siente y vive por estos días. "La iglesia es muy precavida con casos como éste y lo primero que se les recomienda es que no lo comenten porque si es algo de Dios se va a volver a repetir. Hay un protocolo que hay que seguir y que implica mucha prudencia. No se recomienda divulgarlo por todos lados por lo que todo esto implica", comentó Virna Vinader desde el Arzobispado de San Juan quien señaló que el sacerdote que el joven elija lo guiará en el recorrido espiritual que necesita porque en este tiempo es cuando más debe refugiarse en la meditación.
"Uno siempre observa si se repite y en qué situación. Si no se repite es bueno que no se sienta que no han sido elegido. De lo contrario si es que es elegido, se busca que el camino sea lo más saludable posible en términos espirituales. Siempre el sacerdote lo acompaña en ese periodo y la idea es que se apoye en un sacerdote que conozca y que le genere confianza para la contención espiritual", finalizó Vinader.
El caso