lunes, 23 de septiembre de 2013
20:45
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Los pedidos en la oración de Fabricio Fernández siempre eran los mismos: que la humanidad dejara de sufrir. Pero jamás imaginó que iba a experimentar una sensación tan especial hace tres semanas: comenzó a llorar abundantes lágrimas de sangre en el momento del rezo.
"Esto empezó hace tres semanas cuando rezaba. Acostumbro a cerrar los ojos para rezar. Sentí un calor en mis mejillas, me toco y era sangre. Abro los ojos y veo que tenía los lagrimales llenos de sangre. Mi madre me vio y se sorprendió totalmente", dijo el joven, que adoptó el nombre de Juan Pablo (por el Papa polaco), en declaraciones a Canal 13 San Juan.
Esa no fue la única vez ya que el fenómeno de repitió el 18 de septiembre y durante la madrugada del 22 de septiembre a las 5.45.
Fabricio aclara que en ningún momento sufrió dolor físico alguno. "Sentí paz y tranquilidad, es algo inexplicable lo que se siente por dentro, un fervor de energías positivas y con ganas de salir a buscar gente que está sufriendo. Le decía a mi madre que si tenía que dar la vida para que la humanidad dejara de sufrir, lo hacía", afirmó.
Las lágrimas de sangre no fueron el único cambio en la vida del joven de Rawson, ya que asegura que la salud de su madre mejoró notablemente. "Mi salud está mejor gracias a Dios y la Virgen. Sufrí un preinfarto y un ACV y estoy saliendo adelante", señaló Amira Castro, aún sorprendida por las señales que experimenta su hijo.