En el 2011, la cantidad de familias que necesitaban la tarjeta social era de 17.290. Actualmente el número descendió a 14.610, es decir un 15%. De acuerdo a lo señalado desde el área de Política Social, la disminución se debe a que la situación de la provincia cambió en los últimos meses con lo cual la gente tiene otros beneficios, un trabajo estable o no se presentan en el reempadronamiento.
"También por las malas compras puede darse de baja. De igual manera creemos que se da porque las personas han conseguido algún trabajo estable que los llevan a no necesitar esta tarjeta. Eso lo sacamos del cruce que hacemos con Anses, por ejemplo", comentó Mabel Morales.