Alegría y muchas lágrimas formaron parte de la postal del viernes a la noche en el monumento al Deporte, del Parque de Mayo. Es que llegaron los cuatro colectivos que trasladaron a los sanjuaninos y la emoción por el regreso fue inevitable. Los chicos partieron el 11 de julio con una mochila cargada de sueños. Los 280 sanjuaninos viajaron rumbo a San Pablo, Brasil, para concretar una semana misionera. Luego participaron de las jornadas de oración junto al Papa Francisco en Río de Janeiro donde vivieron momentos de intensa emoción.
"Cada peregrino paró en una casa. La mayoría de los hogares eran muy humildes y daban todo lo que tenían para que estuvieramos bien. En la semana misionera estuvimos en la parroquia de Santa Lucía trabajando en la comunidad. Este lugar realiza muchas labores con la crianza de los niños más necesitados. Es un trabajo muy comprometido", comentó a Diario La Provincia Marianela Estevez, una de las sanjuaninas participante de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ), recién llegada a San Juan.
Por su parte, Cristian Saavedra fue otro de los sanjuaninos que tuvo la oportunidad de estar en la JMJ. El chico de 22 años fue además uno de los 150 sanjuaninos que ingresó a la misa que realizó el Papa con cinco mil argentinos. "Se vivió algo que no se puede explicar con palabras. Fue muy fuerte todo lo que vivimos. Lo que más me quedó grabado en el corazón y en la memoria fue la palabra del Papa pidiendo que saquemos un 'cachito de nuestro corazón'. Esa palabra, cachito, es tan argentina que nos hizo sentir identificados mutuamente con él", sentenció el joven notoriamente feliz por la vivencia tenida en Brasil.
