martes, 20 de agosto de 2013
08:47
Estaba feliz porque las ventas por el día del niño iban "viento en popa". El domingo, día en que le toca estar en la Feria de las Pulgas, había vendido muy bien, aunque el cansancio era mucho ya que el sábado había tenido que trabajar casi sin descanso como empleada de comercio. Por ese mismo cansancio es que el fin de semana largo había decidido pasarlo en la casa de su mamá y no volver al asentamiento Evita en La Bebida, donde tenía su ranchito de adobe.
Las vueltas de la vida hicieron que para ella eso fuera un milagro. Es que el sábado a la noche, ladrones que aún no están identificados, hicieron un boquete en su casa y entraron para robarle todo. Como si eso no fuera poco, le prendieron fuego y todo lo que tenía en su interior quedó resumido en cenizas.
"La pared es de adobe, entraron por la parte de atrás haciendo un hueco. La casa tiene rejas por todos lados y por eso rompieron la pared para entrar. Le puse muchas rejas para evitar que me robaran, de hecho las puertas tenían tres candados grandes y a los bomberos les costó entrar para apagar el fuego porque estaba todo muy asegurado" , contó a Diario La Provincia entre lágrimas Yohana Ríos la mujer de 28 años que tiene un niño de cinco por el que se "desvive".
"Trabajo en el comercio y ese sábado salí tarde. Como al otro día tenía que estar en la feria de los artesanos decidí quedarme en lo de mi mamá. Mi hermana vive al lado de mi casa en una prefabricada. Imaginate que cuando vio las llamas pensó que su casa también se iba a consumir. Fue desesperante y ella tenía mucho miedo. Por suerte los vecinos la ayudaron y no paso a peor", comentó Yohana.
En la casa, la joven tenía un equipo de música, una cocina nueva, un televisor y una cama doble plaza que había terminado de pagar el julio pasado. "La pieza es de 6x4 el fuego fue a las 4 y los bomberos llegaron a las 5.20. Los vecinos trataron de que no se extendiera y pudieron evitar que llegara al otro lado pero no que se consumiera todo por dentro", sentenció con un gran pesar en su alma y un llanto que se hizo ininterrumpido.
En la mañana de este martes 20, la mujer se dirigió al ministerio de Desarrollo Humano a pedir ayuda con lo que sea. "Esta tarde ya me tengo que presentar a trabajar. Pero recién me cae la ficha. Al principio decís qué maldad, si no lo conoces. Me duele todo porque lo he hecho laburando como negra, por mi hijo. Todo lo que tengo lo conseguí vendiendo de sol a sombra. Trabajo desde los 15 años. Cuando mi hijo me vio llorar me dijo 'no importa mamá ya vas a comprar todo de nuevo'", finalizó.
Para colaborar, Yohana dejó su número de teléfono: 154840791
