Nervios y una alegría inexplicable. Eso fue lo que vivieron los tres policías que asistieron a un parturienta en la madrugada de hoy en 9 de Julio. La comisaría 11, ubicada en aquel departamento, se convirtió en una improvisada sala de urgencias y los tres policías en parteros.
Natalia Blanco, una joven de 28 años que vive en la finca Maspucho en calle 10 al límite con Médano de Oro, llegó a la comisaría pasada las 6 de la mañana pidiendo asistencia porque había roto bolsa. Inmediatamente se buscó el servicio de ambulancia del departamento pero por un desperfecto mecánico no pudo llegar, estaba fuera de circulación.
"La joven ya venía con trabajo de parto y nos pidió ir al baño para hacer de cuerpo pero por experiencia de mi madre y mi familia pensé que ya se venía el bebé. Entonces nos preparamos con guantos y todo lo que se suele tener para esos casos. No nos dio tiempo para ubicarla en el dormitorio, entonces se trajo mantas y se ubicó a la mujer en posición de parto. Rompió bolsa y se logró ver el bebé que ya venía en camino. Me dieron muchos nervios y lo más emotivo fue cuando lloró", expresó a Diario La Provincia el oficial Daniel Aballay quien confesó que la alegría le llenó el alma.
La bebé fue llamada en el momento como Alexandra por su madre. "En cuanto salió se le dio el chirlito en la cola, lloró y la colocamos sobre su mamá. Le pedimos a ella que sostuviera el cordón a siete dedos del ombligo para que no circulara sangre ni ningún líquido por el mismo. Luego llegó el personal médico al mano de Morandi que nos felicitó por el procedimiento", comentó Aballay.
Para poder realizar este procedimiento, el comisario Jose Luis Morales ya les había dado una charla sobre cómo actuar ante un estado de emergencia de este tipo. Eso fue lo que le permitió a este oficial, junto a sus pares Gustavo Ortiz y Alejandro Tintinelli, saber cómo reaccionar ante este parto.
