El miércoles 27 de noviembre Yanina Godoy tenía turno con el médico y se trasladó desde Pocito a la Capital sanjuanina con el fin de hacerse atender. Su auto lo estacionó a pocos metros de la empresa C & Co en calle Caseros antes de Santa Fe y se fue hasta el consultorio que estaba a pocos metros del lugar.
Mientras esperaba que la atendieran vio una corredera de personas en una misma dirección y eso llamó su atención. Se asomó a la puerta de la clínica para ver qué pasaba y comenzó a escuchar la alarma de un auto que sonaba intensamente. A partir de ahí pensó lo peor. Y no se equivocó: era su auto que alertaba de lo que ocurría ahí.
"En el momento cuando ví que todos cargaban su furia contra mi auto, me sentía indefensa e incluso sentía pudor. Me sentí totalmente indefensa. Tenía al lado mio un agente de policía que no podía hacer nada. Estaba expuesta a todo. Ahora que ya ha pasado varios días me siento desilusionada. A todos nos cuesta adquirir algo. Desilusionada de cómo la adolescencia a perdido el respeto y los valores. Y los padres que dan el ejemplo, no los educan", agregó la mujer quien se sintió totalmente desprotegida por la policía al no actuar en su momento.
"Veía que la policía no hacía nada pero a su vez lo entendía porque eran tres frente a 50 personas. Estaban sacados de sí. Cualquier persona con uso de razón no hace lo que hicieron ellos", dijo.
Ahora que los alumnos de la de Comercio podrán tener su baile de egresados, el 10 de diciembre, Yanina pide que los padres se hagan cargo del arreglo de su auto. En mejora de la chapa y luminarias tiene un valor de 3.500 pesos y si se le suma la pintura, el valor asciende a más del doble.
"Si cada padre pone un poquito, a ellos no se les hace pesado. En cambio si yo tengo que poner todo, me cuesta mucho más", finalizó Yanina.