Declaración

El carnicero que recibió el asalto violento en Rawson aseguró que no puede dormir del miedo

La carnicería donde fue el asalto a mano armada se encuentra cerrada desde aquel 31 de octubre. El carnicero Raúl Montaño aseguró que desde ese día nunca volvió a salir a la calle y que le cuesta dormir del miedo que tiene.
miércoles, 4 de diciembre de 2013 12:41
miércoles, 4 de diciembre de 2013 12:41
El 31 de octubre, dos delincuentes ingresaron a una carnicería ubicada en calle República del Líbano, entre Mendoza y Acha para robar con armas de fuego. Raúl Montaño atendía el local y al ver el hecho trató de defenderse forcejeando con el malviviente que tenía el revólver en su mano. En un hecho confuso el arma se disparó y la bala ingresó en la cabeza del ladrón cuyo nombre es Iván Jácamo. 
 
A más de un mes de aquel hecho, el hombre aseguró que no puede dormir del miedo y que perdonó al delincuente más allá que éste lo quiso matar con el arma de fuego. 

"Uno cuando sale a trabajar nunca espera esto. Ando con un poco de miedo y ésta es la primera vez que salgo de mi casa desde aquel día", señaló Montaño en Radio Sarmiento luego agregó que por lo que sus hijos le comentan da "gracias por el apoyo de la gente" "Tengo  que tratar de que se me olvide un poco. Todo este tiempo he estado encerrado en mi casa, pasada del dormitorio al comedor y nada más... no duermo desde que salí de la Central. Meramente dormito en una silla o en un sillón y eso es mucho. Así son mis días hasta hoy.", señaló.
 
Después narró cómo fue aquel día negro. "Estaba yo y la dueña. Era como las 12.35 o 12.45. Llegaron y uno se fue a la caja y el otro hacia donde estaba yo. Ahí se produjo el forcejeo y pasó todo.
Hubo un par de disparos", trató de recordar con mucha dificultad y muy emocionado.
 
A partir de este momento Montaño no quiso volver más a ese lugar y por ahora no tiene ninguna entrada económica.
 
"De los años que trabajaba siempre me levantaba a las 5 de la mañana sin descanso, trabajando y buscando siempre lo mejor para mi familia, que mis hijos puedan terminar de estudiar", señaló e hombre quien es el único que lleva el dinero al hogar integrado por él, su esposa y seis hijos niños y adolescentes.

"Mi oficio es cortar carne pero si sale otra oportunidad... jamás le dije no al trabajo. Vengo de una familia de trabajo y se lo que es estar al sol, empuñar una pala, por trabajo nunca dije que no", sentenció y confió que su anhelo es que sus "hijos terminen de estudiar". 

"El que tiene la última palabra en todas estas cosas es dios. no soy quien para juzgarlo. No voy a decir si estuvo bien o mal este varón. No les guardo rencor, ni a este varón ni a su familia. Simplemente decirle que dios lo bendiga", finalizó.

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