Confesión

"A Camila se le corrieron las lágrimas cuando escuchó la voz de su papá biológico"

La doctora que atiende a la pequeña Camila confesó que la nena de ocho años se emociona cuando tiene a su padre biológico cerca. Destacó que el hemisferio derecho de su cuerpito no reacciona.
viernes, 8 de noviembre de 2013 08:28
viernes, 8 de noviembre de 2013 08:28
El caso Camila Guadalupe Brusoti mantiene atenta y conmocionada a la sociedad. La pequeña de ocho años sigue en Terapia Intensiva y su vida en riesgo tras una fuerte golpiza propiciada desde su nucleo familiar. Qué pasó aquel 25 de octubre cuando entró al Cymin, aún es una incógnita y la culpa recae sobre su padrastro pero la mirada tampoco se aleja de la madre biológica.
 
Lo cierto es que la pequeña ya transita las primeras 48 horas sin sedante y a la espera de una reacción para sacarle el respirador. "Pero hay muy pocas respuestas. Los movimientos como la apertura ocular, los reflejos, la tos, permiten evaluar si se le puede sacar el respirador o no, o que responda a ordenes simples, hablar, tragar. Y no se da nada de esto. Todo se evalúa para saber el estado neurológico y sensorial pero Camila no lo tiene", señaló Valeria Pardini, doctora de la institución a Radio Sarmiento y agregó: "tiene escasos movimientos en la mitad de su cuerpito derecho pero no tiene otro tipo de respuestas. Su sensorio es muy bajo. Todo esto es como una complicación del hematoma y daño a nivel cerebral".

La profesional destacó que cualquier paciente que está en Terapia Intensiva tiene un alto grado de mortalidad. "Por suerte no ha tenido otra infección, porque cualquier paciente en terapia puede puede generar infección por los elementos que tiene conectados y que son ajenos a su cuerpo. Eso podría costarle la vida", explicó.
 
El vínculo inconsciente con el entorno
Actualmente la pequeña se encuentra en una sala de Terapia Intensiva y las únicas personas que pueden ingresar son los padres biológicos. La profesional médica comentó que la reacción de la pequeña cuando escucha hablar a su padre es muy conmovedora. "Cuando entró el papá, en algún momento se largó a llorar, se le corrieron las lágrimas", expresó Pardini notoriamente asombrada por la respuesta afectiva que generó Camila con su progenitor.
 
Por otro lado, en la habitación también acompaña a la nena, su mamá quien está permanentemente en la habitación. "Parece que la madre también sufre violencia. Es muy difícil hablar con ella. Se pone a llorar, lleva un rosario y le pide a dios que se salve", confió la médica sobre el panorama dentro de la habitación.

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