Duro momento

La familia Kuchen agradeció la ayuda y solidaridad de los sanjuaninos tras el duro accidente que vivieron

Guillermo señaló que todas las expresiones de apoyo generaron fuerza para la familia que hoy puede recordar aquello como un mal hecho que ya pasó. En pocas horas, Ernesto será trasladado a San Juan desde San Luis, donde estuvo internado.
jueves, 7 de noviembre de 2013 12:55
jueves, 7 de noviembre de 2013 12:55

"Gracias! Mil Gracias!". Así empieza  el mensaje que Guillermo Kuchen plasmó en su muro de facebook tras el accidente que puso en peligro la vida de su padre, Benjamín; su madre Amalfi Vaquero, y su hermano Ernesto. El fin de semana, los tres sufrieron un accidente en San Luis donde el auto dio varios tumbos y se salvaron de milagro.

Desde ese momento, la familia Kuchen recibió miles de llamados de apoyo y gestos de solidaridad para con los heridos. Si bien Benjamín y Amalfi no sufrieron grandes heridas, Ernesto tuvo mayores secuelas y aún sigue internado a la espera del alta médico.

En este marco, Guillermo habló en nombre de todos y señaló que todas las expresiones de apoyo generaron fuerza para la familia que hoy puede recordar aquello como un mal hecho que ya pasó. 

A continuación el mensaje

Gracias! Mil Gracias! A todos los que llamaron, fueron, estuvieron, se preocuparon o solo pensaron y enviaron de alguna manera su abrazo y su cariño. Nos dieron muchas fuerzas y la alegría de sentirnos acompañados en todo momento. Me emocioné hasta las lágrimas al escuchar la voz de los amigos, la disposición de los que tampoco son tan amigos y de todos modos se ofrecieron por solidaridad. Me sentí feliz de tener los amigos que tenemos y nunca pensé que fueran tantos. No quisimos alertar sobre lo que había pasado, fue muy grave, pero ya pasó, ahora está todo bien, están todos bien. Mis Viejos están en casa recuperándose de cuestiones menores y Ernesto a punto de ser trasladado, quizá esta noche esté en San Juan. Todos fuera de cualquier peligro. Infinitamente agradecidos a todos y felices de vivir esta vida, rodeados de gente buena. No puedo dejar de hacer un apartado para Osvaldo Grosso a quien hubiese querido agradecerle por su infinita ayuda, pero no puede decir una sola palabra sin ponerme a llorar. Y a Sergio Goubat, que se instaló junto a mi familia día y noche, nos ayudó, nos hizo reír, nos brindó todo. Representó el "amigo" que todos queremos tener, uno de esos que están entre los dedos de una sola mano. Gracias... gracias a todos y para siempre gracias.

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