jueves, 7 de noviembre de 2013
12:34
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La ex esposa de Pedro Oris, el hombre que hoy es culpado de golpear violentamente a la pequeña Camila, que quedó en terapia intensiva, habló con los medios y señaló que durante los años que vivió con él sintió un calvario.
Alicia, cuyo apellido se resguardó por pedido de la misma, estuvo casada con él once meses y vivió un infierno durante su convivencia. Fue a fines de la década del '90 y junto a él tuvo un hijo de 15 años que sufrió las secuelas de los golpes. Ambos vivían en Alto de Sierra y los vecinos lo conocían como el Catanga.
"Nos casamos porque quedé embarazada. Cuando estaba de novia mostraba violencia pero estaba enamorada y no decía nada", confesó la mujer en radio AM1020 y señaló que el hombre, una vez casados, la hacía dormir afuera, "abajo de un horno sobre unos cartones".
"No me dejaba ver a mi familia, no podía visitarlos. Me pegaba constantemente y la madre de él también me pegaba. Menos mal que salí de ese calvario. Pobre la chica que está ahora", señaló la mujer quien cuando logró escapar puso la denuncia en la policía.
"Un día que él se fue a trabajar yo me escapé por los fondos, tomé un colectivo y pedí ayuda. Después él nunca vino a ver a mi hijo", señaló.
Por su parte, Juan, el padre de Alicia, comentó que agradece a Dios que ya él está lejos de su hija porque sufrió mucho mientras duró esa relación.
"Mi hija comía aparte, la hacía dormir abajo del horno en unos cartones, le daba de comer todos los días maíz blanco... Ese hombre no es digno de que viva sobre la tierra", explicó Juan quien agregó que la madre de Oris le pegó azotazos con cables a Alicia y en un momento, cuando ya tenían al bebé, "lo agarró de los pies y amenazó con pegarle contra la pares".
