"Decidiste llevartelo con vos pero él sigue entre nosotros. Es nuestro ángel". Esas palabras se repitieron en cada una de las cartas que escribieron los alumnos de 6to B del colegio parroquial Santa Bárbara de Pocito. Los niños hacen referencia a Gabriel Ortega, un compañerito que en el 2012 murió de cáncer, después de una larga e intensa lucha de la cual todo el curso fue protagonista.
A principio de este 2013, cuando los alumnos se enteraron que Monseñor Bergoglio llegaba al pontificado bajo el nombre de Papa Francisco, decidieron escribirle varias carta. Divididos en grupos y a puño y letra, los chicos expresaron en sus líneas la felicidad que les daba la noticia de adquirir semejante honor: tener un Papa argentino.
Pero detrás de estas líneas se plasmó algo más: todos hicieron referencia a ese ángel que los acompaña en todo momento, desde el 2012: su compañerito Gabriel. Frases como "nuestro ángel", "no nos abandones" y "Papa rece por nosotros", fueron escritas en las hojas de los cuadernos.
Pocos meses después, y fechada bajo el 2 septiembre, la carta fue contestada por un asesor del Papa quien no solo agradeció las bellas palabras vertidas por los alumnos sino que también envió la bendición a toda la comunidad de la escuela y del departamento. Junto a esas líneas llegó una foto del Papa firmada por él en el reverso.
Entre otras cosas, la carta dice: "Su santidad Francisco, teniendo presente este amable gesto, pide encarecidamente a Dios que llene con su gracia a estos niños para que crezcan siempre en la amistad con Dios y el amor a la Iglesia". Luego otra oración indica: "El Sumo Pontífice... les imparte la implorada Bendición Apostólica que hace extensiva a sus familiares y demás seres queridos". La carta está firmada por Monseñor Peter B. Wells, asesor de la Secretaría de Estado del Vaticano.
A continuación un poema elegido por los chicos para esta ocasión
La muerte de un amigo
Blanco como paloma
te has ido de mi lado,
llorando por tí
me he quedado
Semanas enteras te he soñado,
estando a mi lado
mi querido amigo,
jamás te he abandonado
Tu cariño infinito
te he recordado,
tus bellos ojos
se han cerrado.
Dormido como paloma
has vuelto,
a un lugar que te pertenece,
por un trono que has ganado.
Un recuerdo en mi corazón
te has llevado,
amigo mío en mi alma
te he dejado
Valiente carácter te he enseñado,
con fuerte semblante
has luchado,
y un fin tu destino
se ha marcado.
Una despedida te he dado,
en mi alma te he llorado,
como alegrías me has entregado.
