"Es un paliativo que debe ir de la mano de los controles". Con esas palabras, Guillermo Chirino de la fundación "Familias del Dolor y la Esperanza" destacó lo positivo de la ley Alcohol Cero que modifica la Ley de Tránsito y ordena la llamada "tolerancia cero" para el consumo de alcohol de los conductores de vehículos de motor de cualquier tamaño y peso.
La iniciativa aprobada este jueves en el Congreso prohíbe conducir en rutas nacionales cualquier tipo de vehículos con una alcoholemia superior a cero miligramos por litro de sangre. "Sabemos que la ley es un paliativo que si no va de la mano de controles y mucha consciencia con trabajo mancomunado, será obsoleta. Es lo que hay y se viene peleando durante 20 años. Digan lo que digan, los legisladores dijeron que los países donde se aplicó dio buenos resultados", expresó Chirino a Diario La Provincia SJ y destacó que "esta ley salvará vidas".
Guillermo Chirino y su esposa Lorena Martínez estuvieron presentes en el recinto donde se trató el proyecto de ley y al momento de la aprobación, la euforia se vivió a pleno en el lugar. Para ellos fue una jornada muy especial porque estuvo presente la memoria de su hijo Lautaro, fallecido en un siniestro vial.
"Para nosotros con mi esposa y las otras familias que nos acompañaron fue muy significativo. Se cumplía un mes más de la partida de nuestro hijo Lautaro. Estar ahí adentro era una forma de luchar por su memoria, buscando salvar vidas. Lo primero que hicimos fue llorar desconosoladamente. Sabemos que esto ayuda a que la gente tome más conciencia al estar frente a un volante", destacó.
A Capital Federal viajaron no sólo Guillermo y su esposa cinco familiares más de la Asociación, entre ellos Roberto Jofré, quien perdió a su nieto y a su hijo tras un choque causado por alcohol al volante. "La idea era visitar a los senadores para charlar con ellos y hacerles saber nuestra postura. A pesar de que hablamos con el senador Roberto Basualdo, que había expresado públicamente que iba a votar en contra de la ley, recibimos la grata charla y debate de postura. Pasó a aunar esfuerzos y que a pesar de no pensar igual se puede trabajar juntos", destacó Chirino.
"Lo bueno es charlar y dijo que básicamente hay que apuntar a que las leyes se endurezcan y que cada conductor que comete un delito debe tener una pena muy severa. Compartimos la misma idea. Nos retiramos del recinto muy conformes y nos dijo que la ley iba a salir. Quedamos en trabajar en conjunto para organizar algunas actividades y que nos iba a ayudar con la fundación", aclaró.
Ahora cada provincia tendrá su debate y lucha. Desde la Fundación "Familias del Dolor y la Esperanza" aseguraron que seguirán con la lucha para así hacer descender las muertes al volante. "No es caprichoso. no estamos hablando con la Ley Seca que San Juan lo tiene sino que haya un conductor designado, es decir que si decidís salir y tomar, no manejes. La idea es pelear por el cambio de hábito y de cultura", finalizó.