Casas prefabricadas y suficientemente resistentes al paso del tiempo y las inclemencias climáticas. Ésa es la apuesta sobre la que trabaja el Gobierno de San Juan para paliar de forma inmediata el déficit habitacional hasta tanto se puedan terminar de construir las del IPV.
La iniciativa comenzó a barajarse a partir del terremoto de 6.4 de magnitud que sacudió a San Juan el pasado 18 de enero y que dejó más de 600 viviendas inhabilitables sólo en Pocito. Pero también hubo un escenario muy duro en varias casas de Sarmiento y los asentamientos de Santa Lucía y Rivadavia.
Según informó el gobernador Sergio Uñac, el planteo es por el mismo sentido de las 25 viviendas de madera Pino Elliotis donadas por el gobierno de Misiones a San Juan. "Se están incorporando distintas viviendas, algunas que donó el gobierno de Misiones y otras que estamos comprando a empresarios que son casas prefabricadas, que no es la construcción tradicional y sirve en el marco de la emergencia", señaló en Canal 8.
El mandatario provincial destacó que para salir del momento se repartieron carpas pero son para usar "por un par de días" porque el clima como otros factores empezarán a jugar en contra con el correr del tiempo.
"En ninguna villa de emergencia las viviendas son recuperables. Estamos entregando 1800 kits de materiales y vamos a entregar módulos que van a actuar en la coyuntura mientras se espera la solución", destacó subrayando que "no se sale del terremoto en 72 horas".
El domingo pasado, el gobernador agradeció a su par de Misiones, Oscar Herrera Ahuad, por el gesto de regalar a la provincia 25 viviendas prefabricadas, listas para armar y destinadas a los afectados por el terremoto.
