Opinión

Una Argentina para el siglo XXI: federalismo y equidad

"El camino hacia la reconstrucción de un país productivo con marcado perfil federal no estará exento de escollos, resistencias y fuertes pujas que no son novedad en nuestra historia", expresó Santiago Cafiero
domingo, 20 de septiembre de 2020 12:09
domingo, 20 de septiembre de 2020 12:09

Santiago Cafiero, Jefe de Gabinete

Desde que asumimos el gobierno el 10 de diciembre de 2019, el Presidente de la Nación, Alberto Fernández, nos fijó dos objetivos fundamentales: aumentar la producción y generar trabajo. Como si se tratara de las vías sobre las que corre un tren, estas metas de gestión nos guían en cada una de nuestras decisiones al frente del Estado nacional. Al mismo tiempo, debemos garantizar que nuestros objetivos de crecimiento productivo se cumplan respetando dos premisas clave: federalismo y equidad.

Tras cuatro años de supremacía del sector financiero -que disfrutó de la desregulación que les regaló el gobierno de Mauricio Macri-, nuestro objetivo es terminar con la lógica que premió la especulación y, en cambio, volcar los recursos del Estado y del pueblo argentino a ayudar a quienes producen y trabajan. Para usar un ejemplo claro: el gobierno anterior le facilitó el camino a aquellos que soñaban con vivir de rentas y le puso piedras en el camino a los que piensan en invertir, producir, trabajar y crear trabajo. Eso no va más.

A pesar de este importante cambio de prioridades, la Argentina productiva enfrenta enormes desafíos, no sólo la recurrente restricción externa sino también la dañina persistencia de ese país que se construyó con solo un puerto que concentra casi todas las exportaciones de mercaderías: Buenos Aires. Eso, junto a las ventajas comparativas de la Pampa Húmeda en la producción agrícola y los costos logísticos más bajos, impulsaron un desarrollo desigual del país. Argentina debe crecer a la par y en forma equitativa, no podemos permitir que se naturalice la existencia de oportunidades y riqueza para algunos, y resignación y desventajas para otros.

El potencial de muchas provincias que han logrado importantes desarrollos a pesar de la lejanía con el puerto puede incrementarse si el Estado Nacional empuja la construcción de infraestructura que resuelva problemas logísticos que son propios de un país del tamaño de Argentina.

Ahora bien, el camino hacia la reconstrucción de un país productivo con marcado perfil federal no estará exento de escollos, resistencias y fuertes pujas que no son novedad en nuestra historia. Por eso, es necesario remarcar que ese país no se piensa en contra de nadie sino en favor de todos. Se trata de una decisión colectiva que como sociedad tenemos que asumir y llevar a cabo. Para que aquellas y aquellos que nacieron lejos del puerto, no se vean obligados a migrar debido a la falta de oportunidades. Para que la producción de las zonas cordilleranas no tenga que viajar hasta Buenos Aires y pueda salir al mercado asiático a través del Océano Pacífico. Nuestro compromiso es profundizar el trabajo en este sentido para que aquellos pequeños productores puedan vender sus productos en más mercados con menores costos.

Días atrás, el presidente Alberto Fernández visitó San Juan donde se lleva a cabo la construcción de un nuevo dique que aprovecha las aguas del Río San Juan en El Tambolar; una obra que impulsa el Gobierno nacional y que optimizará la utilización de los recursos hídricos en la provincia y, con ello, potenciará el desarrollo de su economía. Allí también el Presidente destacó la prioridad que representa para nuestra administración la construcción del túnel de Agua Negra que abrirá la salida al Pacífico.

En esa visita, Alberto Fernández recordó a Domingo Faustino Sarmiento, quien nos dejó enormes enseñanzas. Una de ellas, y que nos sirve para pensar el federalismo y la igualdad de oportunidades en todo el territorio nacional, la escuela pública. Esa escuela que se pensó para que la educación fuera una estrategia en pos de la igualdad de oportunidades. Argentina tiene que volver a una senda que nunca debió abandonar, la del desarrollo, la producción, el trabajo, el federalismo y la equidad.

Con la llegada de este nuevo Gobierno, se terminaron los tiempos de especulación donde unos pocos aprovechan para hacer dinero en la lotería del sistema financiero, y el Estado juega a favor de un puñado de oficinistas de fondos especulativos a costa del hambre del pueblo argentino. Ahora, es el tiempo de la producción y el trabajo. El tiempo del federalismo y la igualdad de oportunidades en todo el país.

Lic. Santiago Cafiero

Es Jefe de Gabinete de Ministros de la nación desde el 10 de diciembre de 2019. Se recibió de Licenciado en Ciencias Políticas en la Universidad de Buenos Aires. En la Provincia de Buenos Aires se desempeñó como subsecretario de Industria, Comercio y Minería; viceministro de Desarrollo Social; subsecretario de Políticas Sociales; y subsecretario de Modernización. Fue concejal del partido de San Isidro entre 2009 y 2013.

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