Encuentro

Uñac: “El gran ausente en la democracia argentina es el diálogo"

El gobernador Sergio Uñac habló de “grietas”, la falta de diálogo y la necesidad de desarrollar una política que respete a las instituciones. “Los números y la economía deben estar al servicio de las personas”, destacó.
sábado, 8 de septiembre de 2018 00:00
sábado, 8 de septiembre de 2018 00:00

La Comisión de Pastoral Social de la Conferencia Episcopal Argentina realiza el Encuentro Nacional “Repensando la Política”, a la que en esta ocasión asistió invitado como orador el gobernador de San Juan, Sergio Uñac.

Las jornadas buscan abrir instancias de diálogo a fin de instrumentar un nuevo modelo de política desde la convocatoria del papa Francisco de trabajar por la “cultura del encuentro”.

Participaron también de los paneles figuras destacadas de la política argentina de distintas extracciones políticas, entre ellos el gobernador de Córdoba, Juan Schiaretti. Además estuvieron presentes los monseñores Carlos Ñáñez y Jorge Lugones, y el arzobispo Jorge Lozano de San Juan de Cuyo, entre otros.

El gobernador Uñac en su exposición agradeció la invitación de los organizadores y brindó una descripción de la provincia ante los presentes, aseverando que “la diversificación económica nos ha permitido ser una de las pocas provincias que ha logrado un ordenamiento y equilibrio en la administración”.

“No solamente importa cuadrar los números dentro de los presupuestos, sino fundamentalmente que los números estén direccionados para poder cumplir con uno de los objetivos primordiales de la política que es generar bienestar social. Los políticos debemos ser los garantes de lo que proponemos” señaló el gobernador.

En su alocución, el gobernador Uñac señaló, además: “Si algo hemos perdido los argentinos es esta cultura del encuentro y de la solidaridad como eje de la construcción social, entendiéndolo como un verdadero desafío social también. Si miramos una foto del país a todas luces nos vamos a dar cuenta de que la sociedad está fragmentada, esta "grieta" significa que no hemos hecho esfuerzos los dirigentes políticos en un proyecto de unificación y planificación”.

“El Estado, al igual que sus dirigentes, no puede estar intentado saber a dónde va la gestión pública e improvisando. Es tiempo de que podamos trazar una línea, mirar hacia adelante, definir qué es lo que pretendemos hacer, y que podamos cumplir estas reglas de juego. Eso se llama políticas de Estado”, agregó.

Uñac sostuvo que lo que viene aconteciendo nacional ha generado en los ciudadanos argentinos sentimientos de desconcierto. "La crisis impactó en los más jóvenes a través de las faltas de oportunidades en tanto que para los mayores, el golpe me animo a decir, ha sido peor: generaciones enteras creen que no hay forma de escapar de este es destino que cíclicamente nos deja sumergidos en una crisis que parece no tener salida".

"Creo que la democracia está desprovista en los últimos tiempos de uno de los ejes en los cuales se sustenta, que es el de la política. Esta “grieta” que hemos escuchado indefinidamente es quizás la situación más tangible del fracaso de la política, y cuando hablo de política, hablo de política con mayúscula, una política que respete las instituciones, que pueda ofrecer alternativas de sustentabilidad y crecimiento para cada uno de los habitantes de un municipio, de una provincia, o del país entero”, añadió.

En otro tramo de su alocución, señaló que “no es sólo la política la que está ausente de la democracia argentina, también está ausente el diálogo, la escucha. Nos hemos acostumbrado a no escuchar. El gran ausente en la democracia argentina es el diálogo”.

"No hace mucho se generó en mi provincia una reunión de dirigentes políticos jóvenes de diferentes partidos y lugares, no tenía mucho tiempo, cuando llegué pensé que si daba un discurso no iba a aprovechar el encuentro, e hice algo que por ahí no hacemos los dirigentes políticos mucho, que es preguntar y escuchar. Ese encuentro creo que fue uno de los más fructíferos en los últimos tiempos", aseguró.

“Escuchar es un ejercicio no habitual en la política argentina en el que nosotros debemos empezar a trabajar fuertemente. Si no concebimos a la sociedad en algo como decía Thomas Hobbes, “el hombre es el lobo del hombre”. Nosotros mismos vamos con las mismas decisiones, discutimos sin querer, en lugar de escucharnos, y no nos interesa ni siquiera aproximar situaciones. Solamente nos interesa que respeten nuestra opinión personal respecto a una decisión individual, sin una construcción colectiva”, añadió el mandatario.

“Creo que el desafío lo tenemos ya. Hay que construir una sociedad en la que la política sea un mecanismo de construcción social en serio, y volver quizás a lo que dice el propio Papa Francisco sobre que se debe rehabilitar la política como la más alta forma de caridad. Si la entendemos así, como una herramienta de cambio social, si entendemos que nosotros debemos cerrar los números, pero que los números y la economía deben estar al servicio de las personas, si entendemos esto, creo que el país va a encontrar un camino. Si no vamos a seguir chocándonos contra la pared, cómo viene pasando en el último tiempo”.

En este sentido el gobernador se explayó: “Vamos a construir un camino distinto, donde podamos revalorizar esta actividad y donde podamos generar grandes acuerdos sociales. No me cabe duda de que los dirigentes estamos en un cuello de botella. Debemos plantearnos entre nosotros, y plantearle a la sociedad, que debemos reconstruir la institucionalidad del país”.

“Quiero referirme en breve a un estudio reciente de la Universidad de San Andrés, donde hay una muestra el descrédito que tienen las principales instituciones en el país: es altísimo. En contraposición, esa mala imagen es directamente proporcional al poder que la sociedad atribuye a ella. La sociedad ve que nosotros tenemos poder y qué hemos hecho con él y nos evalúa”.

Uno de los grandes desafíos que deberemos dar en los próximos meses y años, es que es que quien asuma, no importa quién ni de qué partido, la Presidencia de la Nación, convoque a cada uno de los ex presidentes. No nos podemos fragmentar más, no hay más espacio para la fragmentación, esa quizá deberá ser una foto que implique un cambio de mirada, no solamente en la política, sino sobre el rol de los dirigentes en la política, y me parece que la sociedad está en tiempo y espera de nosotros en este cambio de construcción de la política y la sociedad”, acotó.

“No deberían ser tan grandes las diferencias entre lo político para que las mismas no nos impidan construir un verdadero país que respete las instituciones y que ponga sobre todo el interés general por sobre el interés particular”, puntualizó el primer mandatario.FOTOGRAFIAS (0)

Uñac indicó que "aquellos países que vulneran y no respetan las instituciones, son los países a los que sistemáticamente, década tras década, les va mal”.

Concluyó su disertación diciendo que “ha llegado el momento de respetar las instituciones, respetar a través de ellas, fundamentalmente a los que piensan que son ellas las que deben resolver el problema de los argentinos”.

Previo a la presentación del gobernador Uñac, el presidente de la Comisión Episcopal de Pastoral Social (Cepas), monseñor Jorge Lugones, aseguró que “hay que profundizar el diálogo, de modo de poder sentarse y disentir” y consideró que “cada uno desde su lugar debe comprometerse para dar esperanza en este momento crítico de la Argentina”.

Por su parte el arzobispo de San Juan de Cuyo, Jorge Lozano, remarcó en dos oportunidades “la necesidad de escuchar al otro”, y utilizó una anécdota para ilustrar que “en la Argentina cada uno se queda encerrado en su propio mensaje sin escuchar lo que el otro tiene para decir”. 

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