"Ya en la época del juicio estaba fuerte el rumor de una maniobra de escape". Con esas palabras el diputado nacional Ruperto Godoy aseguró que se conocía en los pasillos que se estaba pensando la posibilidad de que Olivera y De Marchi se fugaran antes de recibir la sentencia en San Juan. Y la posibilidad existe ya que ambos habían pedido, en tiempo de juicio, ser trasladados al Hospital Militar (donde trabaja la esposa de Olivera) para ser tratados por médicos especialistas en dermatología y psicología.
"Acá no hay un solo culpable, sino que es una cadena de responsabilidades. Mi pregunta es por qué si les habían prohibido el traspaso a Buenos Aires en la época del juicio, ahora les permitieron el pase", señaló Godoy a Radio Colón quien ya presentó un informe al Juzgado Federal para saber por qué se los autorizó a hacer este viaje si en San Juan existen los profesionales médicos necesarios para tratar a ambos condenados.
Por otro lado, el legislador puso bajo la lupa a una sanjuanina secretaria de un juzgado que fue quien armó el pedido y podría estar vinculada al hecho.
