Opinión

Habemus candidatum

Las cartas, para las próximas elecciones internas, ya están tiradas sobre la mesa. Ahora se viene la etapa de conquista del electorado, un camino ¿difícil de transitar?
domingo, 30 de junio de 2013 02:00
domingo, 30 de junio de 2013 02:00
Por: Ivan Grgic

Ya están: con tres bancas legislativas nacionales en juego, se presentaronen 6 Frentes o Partidos, con 11 listas, 33 candidatos titulares, 33 candidatos suplentes y cientos de dirigentes directamente implicados. Y eso sólo en San Juan. En agosto iremos en una primera instancia a votar a aquellos que participen de la elección definitiva en octubre.

Los inicios de sus campañas muestran en un lado la defensa absoluta a la gestión oficial provincial o nacional, y en otro una oposición clara. Obviamente, quienes se oponen tienen sus diferencias y comienzan a construir la imagen de una unidad que ha dejado atrás las controversias. Si, una imagen, la del candidato/a perfecto/a.

Según algunos analistas no debe parecerse al pasado (¿De la Rúa?), como alguien impávido, imperturbable, pusilánime o asustadizo. Tampoco debiera tener el perfil de la soberbia, la cerrazón, la altanería y el engreimiento. La imagen de alguien que sólo defiende ideas sin saber como practicarlas, o quien vive de y para la crítica no calza ya entre los rasgos deseados. Demasiadas posibilidades desechadas con una campaña en curso. Y mientras tanto, cada candidata/o real y sus jefes de campaña con la misma pregunta: ¿cómo presentarse? ¿Cómo definir el ideal, compararlo con el real y acercar el candidato/a real al ideal? Entonces, ¿es todo cuestión de imagen? Los 33 candidatos/as que veremos en este mes y medio, ¿se habrán producido lo suficiente para que no salga a la luz su verdadero rostro, su yo real? ¿Qué sentirá cada uno mientras tanto?

Estas preguntas llevan a aquella excelente (¿profética?) película de Nanni Moretti "Habemus Papam” estrenada en 2011. Con un casting fabuloso, un guión sorprendente, una humanización del ambiente clerical sin golpes bajos ni ironías socarronas, y una simpleza temática que nos cuestiona, nos pone ante un hecho: ¿y si el cardenal elegido sufre algún pánico por la importancia del cargo y no quiere asumir? Transcurrirán 102 minutos para que, con la ayuda de un psicoanalista (ateo!), y una serie de circunstancias del protagonista, se arribe a una respuesta. Llamativamente, en la vida real renunciaba Benedicto XVI 16 meses después de la presentación del film y un tal Giorgio Mario Cardenal Bergolio, obispo venido de lejos, asumía con un "soy un gran pecador, confiando en la misericordia y en la paciencia de Dios. En el sufrimiento, acepto". Quienes habíamos visto el filme pudimos recordar con asombro la toma de la fumata blanca, una bandera argentina y "Cambia, todo cambia” cantada por la "Negra” Sosa.

Nanni Moretti, director, guionista y actor en el papel del psicólogo dijo: "Quería contar la Historia, con H mayúscula, de un hombre que no quiere dar prioridad a su papel, aunque sea sagrado y poderoso, por encima de su naturaleza humana". Éste es el punto para comparar la película con las próximas elecciones: las candidatas/os ¿sienten el peso de ser legisladores? ¿Cómo conjugan la imagen de campaña con su interioridad? ¿Reconocen que su humanidad debe estar por encima del cargo para que el cargo no los cargue y se "los lleve puestos”?

Los/as mesías que pululan en funciones actuales o en campaña, anunciándonos la salvación de la patria gracias a su vida y obra, van pronosticando un perfil que los creyentes solo le otorgamos a Dios. Muchos de esos funcionarios son quienes fueron votados por el pueblo, para servir a las necesidades del pueblo y luego siguieron líneas estrictas del partido o de sus bolsillos…

Tal vez los electores necesitemos líderes nuevos "con olor a oveja” al decir de Francisco, que no es un simple aerosol con el aroma del pueblo en tiempo de campaña, sino un natural estilo de vida que no se engrandece, no hace comenzar la historia en sí, no se achica a los desafíos y no teme volver a casa cada día. La casa del barrio de siempre, donde está su origen y su actualidad, su futuro y…sus votantes.

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