Este documento es claro, respetuoso y muy preciso. No es contra nadie sino a favor de la Nación Argentina, el país que tenemos. La Iglesia es una caja de resonancia de las alegrías y de los dolores de una sociedad, también de los conflictos que se tienen. Caja de resonancia porque está organizada y donde hay un grupo de cristianos ellos son la Iglesia. Y ese radar es muy sensible y es caja de resonancia de toda la sociedad. Hace tiempo que venimos preocupados y compartimos con muchas instancias de la vida social, política, económica, de seguridad y padres de familias. Y la preocupación es enorme. Por eso nos ha parecido un deber y una responsabilidad plantear este tema ante todo la sociedad, sabiendo que estamos reflejando el sentir y la preocupación de un sector muy fuerte que lo está sufriendo en sus hijos y en la violencia. Si uno mira los delitos que se cometen, por ejemplo en el Conurbano, los más graves son por personas que están drogadas.
Y la droga mata...
Pero no solamente mata sino que hace morir a muchos. Además de las muertes de las bandas de narcotraficantes donde siempre hay un inocente que paga el pato. Eso no puede ser. Hasta se ha atentado contra la vida de un gobernador de una provincia argentina. Nadie puede desentenderse ni decir que ya estamos haciendo lo suficiente, quizás estamos haciendo lo posible pero debemos hacer mucho más. Y sobre todo este tema debemos conversarlo todos, autoridades nacionales, provinciales, municipales, dirigentes sociales y padres de familias. Todo lo que sea la represión del narcotráfico corresponde a las autoridades públicas, no a las instituciones privadas. También le corresponde establecer los caminos que lleven a la prevención para proteger a nuestra gente. Y también con la ayuda de las familias y de las Iglesias, de instituciones y organizaciones no gubernamentales. Además tenemos que darle una mano a quienes quieren salir y evitar que la Argentina sea convierta en el tercer país de América donde prolifera el narcotráfico.
¿Qué debería hacerse en primer lugar?
Combatir eficazmente el narcotráfico y ver cuáles son las conexiones políticas, policiales, en las Justicia y en las instituciones que están frenando esta lucha contra el narcotráfico. Los jueces están amenazados a veces, la legislación es muy permisiva, se hace la vista gorda, no hay política firme de todo el país para controlar y reprimir esto. Y por otra parte una gran tarea de prevención de toda la sociedad incluso por las autoridades públicas. Enseñar que la droga mata. Mata y hace matar. Veo esfuerzos, por ejemplo aquí en San Juan un municipio organizó un congreso que tuvo la participación de 5000 personas. Fue una sorpresa por el interés desde especialistas hasta vecinos de barrios muy sencillos, de docentes, de jóvenes y de funcionarios. Me quedé sorprendido de la ebullición del tema y de la preocupación que hay. También en el ámbito de la Iglesia Católica se está trabajando pero todavía son esfuerzos aislados. Por otro parte todo lo que se invierta en prevención en términos económicos y de vida es más rentable, que curar a las personas que han caído en ese abismos, que hay que hacerlo también. El trabajo que rinde mayores frutos es la prevención y por otra parte el Estado combatiendo el narcotráfico. Hoy en días sabemos que la droga se puede comprar con apenas un poquito más de dificultad que lo que implica comprar un caramelo.
¿Está faltando decisión para enfrentar este tema?Creo que es necesaria mayor convicción de que esto es uno de los problemas más graves que tiene Argentina en este momento. Y cómo decimos en esta declaración de que si no sabemos enfrentarlo realmente tendremos que transitar por momentos muy difíciles, peligrosos y muy dañinos para toda la sociedad. Argentina está corriendo el riesgo de pasar a una situación de difícil retorno. Si la dirigencia política y social no toma medidas urgentes costará mucho tiempo y sangre erradicar estas mafias que han ido ganando cada vez más espacio. El desafío es enorme y el poder de corrupción de los grupos criminales es grande pero no es verdad que nada se puede hacer. Todos podemos hacer algo, desde la familia, en los ámbitos de los creyentes y también desde el ámbito político en sus tres poderes.
¿Y en San Juan?
Me alegra que San Juan haya un proyecto de ley para incrementar la prevención del consumo de drogas. Creo que hay algunas cuestiones prácticas de cómo implementarlo que estarán en estudio. He notado el interés de muchos legisladores, intendentes y autoridades del gobierno planteando cómo podemos hacer desde aquí sabiendo que el narcotráfico es delito federal. También nos llama la atención que la puerta de entrada de la droga en la Argentina está totalmente abierta y sin ninguna protección. Llevamos años y años de los vuelos ilegales que entran permanente por la frontera argentina en el norte. Todavía estamos en veremos. Hacen falta medidas más amplias y efectivas. También nos preocupa que el organismo de estos temas esta sin responsable desde hace muchos meses como si no fuera un tema importante que hace al bien de todo la Nación. Estoy seguro que la voz de la Iglesia junto con otros ámbitos como la Corte de Justicia permitirá tomar cartas en el asunto y ver si entre todos hacemos una cadena de responsabilidad más fuerte que el delito. Creo que estamos en condiciones de hacerlo. Confío en Argentina y tengo mucha esperanza.¿El tema de la droga será un tema de agenda en las parroquias?
Ya en cierto modo lo está haciendo. Tenemos que tomar más conciencia y en general es un tema que es como una brasa quema. Que quema no por no querer enfrentarlo sino que está vigente y que brilla y que es difícil.
