A un mes de la Tragedia Aérea

Cómo fue aquel trágico 11 de octubre

Ese día San Juan fue noticia nacional por un hecho que conmocionó a toda la provincia. El helicóptero de la gobernación se había precipitado a tierra y con esto moría la diputada nacional Margarita Ferrá de Bartol
lunes, 11 de noviembre de 2013 01:04
lunes, 11 de noviembre de 2013 01:04
Vivian horas de intensa felicidad. La militancia los hacía caminar con el sol abrazándolos. Decenas de inauguraciones se sucedieron en pocas horas y la mañana en Valle Fértil había sido exitosa. A la siesta un acto en Rawson los esperaba y la agenda apretada continuaba hasta la noche. Estaban acostumbrados a la adrenalina del minuto a minuto. Pese a la diferencia de edades entre el gobernador José Luis Gioja y los diputados de la fórmula que se candidateaban para las próximas legislativas, todos iban al mismo ritmo.

Pasada las 15, las tres figuras del Frente para la Victoria se despidieron de los periodistas que habían acompañado la jornada y se dirigieron al helicóptero de la provincia para volar hacia el nuevo destino. En época de elecciones, el tiempo es el gran enemigo.

Sin embargo algo pasó y cambió el rumbo de las cosas. El helicóptero Bell 212 alzó vuelo unos pocos metros de altura, un remolino de viento y lo peor: la inestabilidad que lo llevó a precipitarse de lleno al piso. Los cables de alta tensión, a metros de la pista, se convirtieron en una trampa mortal pese a que a la llegada del helicóptero al Valle de la Luna habían sido totalmente indefensos. Pero esta vez agarraron la cola del vehículo y lo llevó a que la única forma de detenerse fuera la tierra. Cayó ladeado, los vidrios estallaron y las hélices salieron despedidas en varios rumbos.

La peor pesadilla había comenzado. Un fuerte apagón de luz. Gritos de vecinos asegurando que el helicóptero había caído y todos sin entender nada, al menos hasta que los ojos vieron lo que había ocurrido. En el lugar, la imagen era desoladora. Los heridos estaba tirados en el piso a la espera de las ambulancias y dentro de la nave, Margarita Ferrá de Bartol atrapada entre los fierros.

De a poco cada uno de los heridos fueron trasladados a la urgencia del centro de salud. El diputado nacional Daniel Tomas era el que presentaba menos dolencias al igual que el piloto Anibal Turiz, que salió por sus propios medios del primer asiento del helicóptero. Sin embargo el coordinador de la gobernación, Héctor Pérez, estaba sumido en un estado de nervios y los dolores eran cada vez más intensos. La última en ser rescatada, por la complejidad de cómo estaba en el interior, fue Margarita quien salió descompensada y con pocos signos de vida.

Uno de los vecinos que actuó en el lugar aseguró que la ambulancia había llegado apenas ocurrió el hecho. "Por suerte no pasó a mayores. Podría haber explotado todo porque el motor seguía funcionando y estaba perdiendo combustible", aseguró ese vecino.

Sin embargo la odisea estuvo presente en el tiempo de espera. Falta de camillas, de cuellos ortopédicos y sueros fueron las cosas negativas que marcaron una jornada trágica. De hecho la diputada nacional debió ser trasladada en la camioneta de un militante sobre un tablón con el que movilizaron el cuerpo desde el helicóptero hasta ese vehículo.

Una vez en el hospital, el hermetismo, las lágrimas y el dolor se respiraba en todo el ambiente. La muerte estaba presente, aunque nadie quería aceptarla. La maestra, la profesora, la ministra, la legisladora, Margarita Ferrá de Bartol yacía en una camilla sin signos de vida. El silencio fue más hondo aún cuando llegó la nueva incertidumbre tras la partida del gobernador y de su secretario vía aérea hacia la Capital de San Juan y de Tomas con Turiz vía terrestre.

Todo un operativo policial desplegado en las inmediaciones del hospital Rawson daban lugar a la envergadura de lo que estaba ocurriendo. La muerte quedó atrás y había dos vidas por rescatar. Los médicos de urgencia de este nuevo nosocomio estaba preparados con todas sus instalaciones. Pasada las 18, el helicóptero cedido por el gobierno mendocino llevó al gobernador con Pérez hacia el playó de la terminal de ómnibus, lugar donde esperaban dos ambulancias para trasladar los heridos hasta el hospital. 

Un viento frío, con tierra en el ambiente y muy "revuelto" se levantó a la tarde-noche capitalina. Pese a esto, la gente cada vez más se agolpaba y los primeros carteles improvisados se fueron formando. "Fuerza gobernador" escrito con crayón negro se levantó cuando la camilla pasó al interior del nosocomio. Antes una frase y un silencio: "Rece por mi y acompáñeme", dijo el gobernador al padre Rómulo Cámpora antes de cerrar los ojos y entregarse en manos de los profesionales de la salud.

El silencio y hermetismo nuevamente llegó hasta pasada las 20. Muchas cosas se decían en los pasillos pero sólo una era real: los heridos estaban en su interior y todo un equipo médico trabajaba intensamente para salvar vidas, algo a lo que están acostumbrados siempre, más allá del nombre que traiga el paciente.

Cerca de las 21, llegó la noticia que todos esperaban. El gobernador había sido operado con éxito de la zona del abdómen pero restaba esperar 72 horas para conocer su evolución. Pérez también llegó complicado con traumatismo encéfalocraneano. Túriz y Tomas llegaron después con politraumatismos pero sin complicaciones algunas.

A fuera, tal como pasó al principio, decenas de funcionarios y familiares aguardaban con incertidumbre y dolor los partes médicos. Pasado la medioanoche, los ánimos se calmaron pero con el miedo de saber que las noches con un afecto internado se harán difíciles de pasar. 

Un día trágico que quedará marcado en la memoria de todos los sanjuaninos.

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