Este lunes, la justicia de San Juan absolvió al único detenido por el crimen del jubilado Carlos Crespillo (79) en Chimbas. Se trata de Luis Darío Endrizzi, quien estaba señalado como presunto autor del asesinato en un contexto de robo. Sin embargo, por el beneficio de la duda, el hombre quedó en libertad.
Pese a que hoy estaba encaminada la audiencia de alegatos, los jueces indicaron que ya tenían el veredicto y lo dieron a conocer. Los jueces Matías Parrón (presidente) y Eugenio Barbera y Celia Maldonado de Álvarez (vocales), consideraron que las pruebas aportadas no lograban comprobar la responsabilidad del hombre en el hecho.
En la lectura de la sentencia, desde la Justicia indicaron que "por unanimidad" resolvió absolver por el beneficio de la duda" al imputado por el delito de homicidio criminis causa. Tras esto se ordenó la inmediata puesta en libertad.
Los fundamentos de esta resolución se leerán el próximo 22 de octubre.
Los fiscales que investigaron este caso fueron Iván Grassi y el ayudante fiscal Maximiliano Gerarduzzi de la UFI Delitos Especiales. La defensa del hombre fue Paola Miers.
Los puntos grises
Dario Endrizzi llegó a juicio fue investigado por presunto autor material del crimen al considerar que podría haber cometido el homicidio con el fin de ocultar el robo que habría perpetrado. Desde Fiscalía habían informado que, entre los efectos que le encontraron, estaba la tarjeta SUBE del anciano muerto, un comprobante de plazo fijo del Banco Columbia por la suma a cobrar de 1.067.505 pesos y dinero en efectivo por la suma aproximada de 300.000 pesos.
Además desde Fiscalía consideraron que habían registros de que Endrizzi intentó comunicarse con el Banco Columbia haciéndose pasar por la víctima para averiguar sobre la existencia de fondos y la posibilidad de solicitar préstamos para hacerse con más dinero.
Sobre esto, la abogada del imputado explicó a Diario La Provincia SJ: “Crespillo se la prestó porque eran amigos. La tarjeta de mi cliente estaba rota, se comprobó que la pasó varias veces y recién usó la del difunto, a la que le había cargado $300”.
Además lamentó que “habían siete prendas con sangre y no sacaron ADN, había cinco celulares y solo peritaron el de mi cliente”.
Cabe recordar que la pareja, que vive en un domicilio colindante, fue quien realizó la denuncia tres días después del crimen. Inicialmente, las sospechas recayeron sobre ellos, pero las pruebas no pudieron determinar su participación en el hecho hasta el momento.