Tras la difusión de una carta en redes sociales, la mamá de Lucía Rubiño Montilla dio su primera entrevista. María Belén Montilla expresó que, a tres meses de la muerte de su hija, atropellada en una presunta picada en el barrio Profesional en Rivadavia el pasado 15 de octubre, se siente con fuerzas para pedir justicia. Compartió sus sospechas y señaló que teme que la causa no tenga la resolución que esperan y que se habría favorecido a los imputados.
María Belén habló con radio Sarmiento y expresó que su familia la preservó de las instancias de la investigación y que le costó retomar la exposición pública. Resaltó que, cuando murió Lucía, se acostó en su cama y encontró el regalo del día de la Madre: una cadenita que no pudo ponerse. Contó que la que lleva ahora es la que tenía su hija el día que murió.
Recordó la última vez que habló con Lucía, el día de la tragedia. "A la una (de la madrugada) cuando me acosté, le dije: "avísame" (cuando iba a regresar a casa). "Sí ya te aviso", me contestó, y después bueno, el llamado y salir corriendo... volando. Pude hablar con ella, le pusieron el teléfono y me dijo: "mami, vení tranquila, estoy bien". Pude escuchar su voz, creo que estaba todavía atrapada ahí entre el auto y el portón. Cuando la volví a ver ya estaba muerta".
Al llegar al hospital, destacó que creía que Lucía estaba afectada en sus piernas pero "eran corridas por todos lados. Me llamaron, y no era el panorama que yo pensaba, y después de eso, murió".
Respecto a la causa, Montilla expresó que "me quedo con algo, más allá de la causa, de poderme haber interiorizado mucho o poco, porque la verdad que hago lo que puedo con esto. Acerca de los pormenores, significa darle información a mi cabeza, y mi cabeza empieza a elaborar miles de especulaciones. Me quedo con la denuncia de la 1:30 de la mañana, donde los chicos estaban corriendo picadas. Eso lo denunciaron todos los padres del barrio, y ese es el antecedente con que yo me quedo. Si estuviste corriendo picadas a la una y media, y hubo una denuncia, seguiste corriendo picadas toda la noche. Haces picadas, corres picadas, corres picadas en donde se te plante, en cualquier lugar, y cuando digo cualquier lugar, puede ser en la vereda donde está tu hijo".
Resaltó que su miedo es que la causa no tenga justicia. "Es el temor de todos, porque te aseguro que si hubiera sido cualquier chico (el imputado) no estaríamos en estas condiciones. Me parece, y voy a decir algo descabellado, que quizás, que hasta se han limpiado cosas. Belén Montilla se hace cargo de lo que dice. Porque no lo sé, porque quizás sí está en investigación y se descubrió que no, que no había nada, que no tenían nada. Pero de verdad, con el manejo que sabemos que hay, como madre al menos me lo tengo que plantear. Acá me doy permiso para decir cosas que quizás puedo llegar a equivocarme, pero de verdad lo siento desde lo profundo de mi corazón, y si me equivoco, ¿qué más me puede pasar? Quisiera tener algún parámetro para medir algún otro hecho en el que haya sido condenado alguien que esté en el poder, y la verdad que no tengo referencia ", afirmó.
Montilla compartió cómo cambió su vida con la muerte de Lucía. "Estuve tres meses tirada; sin poder volver a mi trabajo. No volviendo a danza que es mi amor. Me salvó la vida y creo que me la va a volver a dar. Tengo intuiciones de todo y sé que avanzan en la causa. El papá de Lucía y Simón (su hijo) están involucrados en la causa. Pido que esto no haya sido en vano. Me dejaría tranquila la transparencia de los que actúan alrededor. Le pregunto a Lucía todos los días que me señale el "para qué" de lo que pasó. Que me lo señale para mostrárselo a los que están cerca y a mi amada danza", sentenció.