El sacerdote Walter Bustos obtuvo prisión preventiva domiciliaria por la causa de presunto abuso sexual a un menor de edad, por el que se lo investiga actualmente. Esta medida fue resuelta por el juez de Impugnación, Fernando Echegaray, quien consideró que no existían los riesgos procesales que se habían manifestado por parte del Ministerio Público Fiscal y por el juez de garantía que pueden entorpecer el desarrollo de la causa.
El pedido fue realizado por la defensa del sacerdote, a cargo de la Dra. Sandra Leveque, que insistió en una excarcelación bajo compromiso que no se entorpecerá la investigación. A ese planteo, el fiscal Fabricio Medici se opuso. Pero finalmente el juez revocó la prisión preventiva
Por ello, el juez ordenó la prisión domiciliaria con el control de un dispositivo electrónico de monitoreo, conocido como tobillera electrónica, que será colocado en un par de días. Vale resaltar que el período de vigencia de la medida es de 45 días. Además se impuso la medida de coerción prevista en los incisos 9 y 10 del artículo 295 del Código Procesal Penal.
La oficina judicial a través de la oficina de medidas alternativas, efectuará las comunicaciones pertinentes y llevará a cabo el control y cumplimiento de las medidas realizadas.
"Se consideró que el padre no podía entorpecer la investigación ni influir en las pruebas periciales y entrevistas testimoniales, tampoco en la presunta víctima. Desde ese primer momento hemos venido sosteniendo eso y es lo que hemos solicitado hoy en función de esos argumentos", expresó la defensa subrayando que esos riesgos habían desaparecido porque las pruebas ya se habían llevado adelante.