Una declaración será este viernes clave en el juicio que se desarrolla por la cusa Expropiaciones. Es que se sentará ante el tribunal, el actual juez del Primer Juzgado Civil, Hector Rollán, quien en el 2009 desarrollaba labores como empleado del Juzgado que tramitaba las expropiaciones, dirigido por la exjueza Rosalba Marún de Sobelvio.
De acuerdo a lo indicado por el fiscal Daniel Galvani, la palabra de Rollán es clave porque en la etapa de investigación declaró que él fue testigo de libramiento indebido con el apoyo de la ex jueza, privilegiando al abogado Santiago Graffigna. Este testigo fue propuesto para declarar por por el Ministerio Público Fiscal y la querella.
"En la etapa instructora manifestó que en circunstancia que se tramitaban dentro del ámbito del interior del Juzgado. Él en un momento determinado tuvo una cierta circunstancia con Graffigna como consecuencia de la tramitación de estas causa. A partir de esto, la doctora Sobelvio le dio la orden de que no tocara más las causas de Graffigna", señaló el fiscal en Estación Claridad.
El motivo por el que habría dado esa orden era porque "habría una discordancia de criterio entre lo que opinaba Rolán y una cuestión que había solicitado Graffigna, lo que pretendía éste, y el criterio que tenía la jueza".
Se trata de un libramiento (un desembolso de dinero a favor de quien lo pide) y "una cuestión de urgencia", según lo manifestado por Rollán. "Un libramiento y una cuestión de urgencia, según lo manifestado por Rollán, que le había manifestado la doctora Sobelvio, que había solicitado que se le extendiera el libramiento porque tenía que viajar por el país. Era un desembolso de dinero que en aquel momento era de 200 mil pesos", agregó el fiscal sobre lo ocurrido en el 2008.
Según señaló Rollán en su primera declaración, éste le pidió a Graffigna que le dijera a su representado (el expropiado) que fuera a firmar los papeles. "A partir de esto se generó la controversia y el abogado pasó a hablar con la jueza Sobelvio. A partir de ahí se libró el libramiento", explicó.
"Rollan era un empleado y ante una orden de la jueza, tenía que acatar las medidas. Es más, no tramitó más el expediente", apuntó.
