Catalina Valdéz tenía 4 años y murió el 7 de septiembre tras ser atendida en el Servicio de Urgencia del hospital Rawson producto de haber protagonizado un siniestro vial. Por aquel entonces, los médicos le dieron el alta pero no habrían advertido que tenía una hemorragia interna y eso le provocó horas después el deceso.
Ahora se sustancia la investigación judicial para conocer las responsabilidades de los médicos que la trataron y si les cabe alguna imputación con una figura penal. Se está en la etapa de recolección de las pruebas, evaluación del historial médico y la suma de testimonios.
"Tenemos la historia clínica que dice los profesionales que la atendieron, son médicos de urgencia. Se está en una etapa de evaluar a través de otros profesionales para saber si el obrar de estos médicos confirman o no la hipótesis", señaló el fiscal Iván Grassi en radio Estación Claridad.
"La nena tenía un problema de epilepsia que no tendría ninguna vinculación con el resultado de la muerte. La nena murió por una hemorragia en su vientre, producto de las lesiones presumiblemente por el cinturón de seguridad cuando se dio el impacto", explicó el fiscal y agregó: "No tendría nada que ver su patología previa, histórica, en principio con el resultado de la hemorragia interna. Se va a evaluar en las horas previas la praxis médica que le hicieron si cumplió con los protocolos por un accidente de tránsito".
De confirmarse la responsabilidad de los médicos, les cabría una figura de delito culposo que a diferencia del doloso, como matar y lesionar, "acá nadie puede presumir que haya querido generar esto" sino que se habla de impericia o negligencia.
