El paradero de Guadalupe Lucero (5) sigue siendo desconocido y por eso la justicia dispuso avanzar en operativos de rastrillaje que ahora llegaron hasta el limite con San Juan.
La pequeña desapareció el 14 de junio último en la capital de San Luis mientras jugaba en la vereda y a partir de ese día se perdió todo contacto con la menor. Ahora una pista determinó que podría estar o haber pasado por San Juan rumbo a Mendoza.
Por eso desde la policía puntana se pidió colaboración a las fuerza de seguridad de San Juan y desde acá se desplegó un operativo con un centenar de efectivos para rastrillar en los pasos alternativos y huellas locales. Intervienen personal de la División de Búsqueda y Rescate de personas, Tránsito y GERAS.
Por otro lado, Héctor Zavala Agüero, abogado del padre de Guadalupe, informó que el domingo por la noche mantuvieron “una reunión con el personal de Gendarmería que llevará adelante la búsqueda por georradares”.
“Nuestra intención fue pedirles que participara el geólogo forense de la Universidad de Río Cuarto, Guillermo Sagripanti, y nos dijeron que sería más que interesante hacer algo en conjunto con él”, explicó el letrado.
Zavala Agüero insistió en que “la hipótesis en la que nosotros trabajamos es en la búsqueda en el barrio porque creemos que puede haber algún resultado”, por eso apuntan a la tecnología y a la ciencia para lograr pistas más asertivas del paradero de la Guadalupe.
Este lunes se hizo rastrillajes en el dique La Florida por parte de la Dirección General de Bomberos en colaboración con la delegación de ocho buzos de las Fuerzas Armadas que llevaron un robot para realizar tareas submarinas y se continuó el rastrillaje en la zona del perilago del dique San Felipe y en el barrio 544 Viviendas; lugar que hemos denominado como zona cero”.
El domingo se tomaron tres nuevas declaraciones testimoniales que fueron sumadas al expediente judicial y se llevaron adelante las pericias de luminol en dos vehículos: un VolksWagen Bora y un Ford Ka.
