Un hombre fue condenado bajo una identidad pero todo indicaría que no es la persona que dijo ser y ahora es buscado intensamente. Se trata de Leonardo Sampieri, cuyo nombre real sería Pedro Saitta, un peligroso delincuente que está siendo buscado en el país desde el 2013 por un homicidio en Mar del Plata.
Según destacó la jueza de Garantía, Verónica Chicón, en Telesol, "la Fiscalía es la que chequea la identidad de las personas, nosotros trabajamos con la información que ellos nos traen". "Tenía planilla prontuarial con documento falso... figuraba la condena de Flagrancia y luego se advierte la identidad", señaló y aclaró que de igual manera "no está corroborado que sea la persona de Mar del Plata".
"En la audiencia es donde traen todos los elementos y se solicitan todos los que faltan", explicó detallando que en ese contexto es que se lo imputó como Sampieri cuyo documento coincide con el de una mujer que lleva ese apellido pero que no sería familiar ni conocido de él.
El hombre fue condenado hace unos días a 2 años y 2 meses de prisión en suspenso por amenaza con uso de arma de fuego pero en el allanamiento no se le encontró tal arma y la fiscalía investigó al hombre por amenaza solamente. "Esta persona tenía documento falso y la fiscalía advierte esto con posterioridad a la audiencia de formalización", aclaró la jueza.
El individuo, que tenía un negocio de venta de vehículos en avenida Rawson, quedó detenido en el domicilio con rondas de la policía pero aprovechó para escapar. Cuando la fiscalía advirtió lo que estaba pasando con su identidad, se realizó un allanamiento pero ya no se lo encontró.
"Doy yo el allanamiento pero la persona ya no estaba en el domicilio. Se hicieron más allanamientos, se detuvo a 2 encubridores y está con pedido de captura", finalizó la jueza.
Los allanamientos fueron en Concepción y una de las detenidas es la mujer de él de apellido Fernández. Además se secuestraron los celulares para dar con el prófugo.
El fiscal Juan Galvez aclaró que cuando se le dio prisión preventiva al hombre, la defensa manifestó que el imputado tenía asma crónico y que era revisado cada 10 días en una clínica privada donde le colocaban decadrón. Al ministerio público no le constaba eso pero le entendió a la jueza que le correspondería la prisión domiciliaria y ella se la otorgó.
