Una mezcla de dolor e indignación es lo que envuelve por estas horas a Erick Torres y Paola Noguera. Ambos alquilaban un departamento en zona de calle Meglioli 579 sur a metros de la vía Punta de Rieles, en Rivadavia, y fueron víctimas de la inseguridad.
Sucedió este domingo, cuando los dos salieron con su bebé de 3 meses a la casa de la madre de Paola, pasada las 13 horas, y cuando regresaron a las 19.30, el departamento había sido abierto y estaba todo revuelto.
"Cuando volvimos encontramos que la puerta estaba forzada. Los departamentos dan a calle Meglioli y parece que no estaban los vecinos en ese momento. Aprovecharon que no había nadie y entraron. La puerta de nuestro departamento estaba trabada por la parte de adentro y la de mi vecino estaba directamente abierta", señaló Erick a Diario La Provincia SJ.
Al ver este escenario, llamaron a la policía que acudió a la hora y cuando ingresaron pudieron ver que estaba todo revuelto. Los ladrones no habían tocado nada de la cocina comedor y habían ido directamente al dormitorio, donde revolvieron el placar y se llevaron 2 relojes, perfumes, camperas, zapatillas, dinero y lo más importante: las computadoras.
Aparentemente los ladrones rompieron la cerradura del portón de ingreso al complejo de departamentos con una barreta y subieron directamente por las escaleras hasta los dos departamentos del primer piso, al de él que es el 6 y al del vecino.
Tanto Erick como Paola son becarios del Conicet. Él se encuentra en el tercer año del "doctorado en ingeniería química: mención procesos limpios" (energía renovable) que realiza en la Facultad de Ingeniería de la Universidad Nacional de San Juan, mientras que ella se encuentra en el quinto y último año del "doctorado en ciencias agrarias".
"Estamos avanzados en el doctorado, son 5 años de mi pareja que ella lo hacía en Mendoza con el análisis de la cebolla. Es mucho tiempo. Yo estoy en tercer año y el doctorado conlleva mucha información y no había forma de meterla en la nube. Lo íbamos poniendo también en el disco rígido pero también se lo llevaron", lamentó destacando que como están bloqueadas las dos computadoras, es probable que alquien las quiera formatear, lo que generaría la pérdida de toda la información.
"La perdida económica es grande porque son casi nuevas. Las compramos para avanzar en época de pandemia pero la mayor pérdida es en tema de la información que tiene. Por el robo, quedamos como si no hubiéramos hecho el doctorado", finalizó pidiendo ayuda a la sociedad por si las ve en las redes que la denuncie.
Una de las computadoras es Lenovo azul, modelo S340, i5, pantalla 15,6 pulgadas. La otra es una HP Pavilion de 14 pulgadas gris, i7 cuya pantalla se puede girar completamente.
El disco rígido es un WD.
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