"Es una injusticia". Con esas palabras, la preceptora de la escuela Néstor Kirchner, Natalia Arroyo, rompió el silencio y declaró que lo que pasó fue responsabilidad no solo de la directora Patricia Fabiana Salvatierra sino también del vicedirector e incluso culpó a la supervisora.
"Esto es una injusticia muy grande, hay gente más arriba con cosas más gordas. Soy una simple preceptora que trabajaba y recibía órdenes de la supervisora, que nos decía cómo llenar porque no sabíamos", comenzó explicando en rueda de prensa.
La mujer, quien este martes fue condenada por su responsabilidad a 3 años de prisión en suspenso y quedó en libertad, indicó que todo se dio porque "fue mal el momento de procesar la información, ella se tendría que haber llevado las cosas".
"El vicedirector se lava las manos y todos sabían lo que pasaba en la institución", expresó la mujer notoriamente alterada y quebrada anímicamente por lo ocurrido. Luego señaló que ella "no los conocía" a los chicos, solo a uno que fue alumno en la etapa que ella fue preceptora.
"El libro estaba incompleto desde el 2015 en adelante. Mis compañeros no lo habían llenado", apuntó destacando que ella siguió órdenes "como lo hubiera hecho cualquiera".
Con la consternación de la medida señaló que "casi matan" a su mamá cuando la arrestaron por el mal momento que le hicieron pasar y también a su papá. "¿Y si hoy hubiera estado velando a mi mamá y a mi papá? mi papá fue esta mañana al médico porque sufre problemas cardiacos", lamentó.
"La gente que me conoce sabe quién soy. Yo recibía órdenes. A los otros les decían y no hacían las cosas. Yo recibí órdenes y trabajaba de forma intachable", agregó.
Por otro lado, apuntó contra la supervisora: "dijo que me iba a mandar gente para ayudarme y no mandó a nadie"
"Yo cerré todos los libros, notas con lapiz las borré y pasé a tinta... yo desconocía todo. Salvatierra me decía 'dale, dale que la supervisora viene la semana que viene'. Era una presión constante y yo pasaba tinta, pasaba", finalizó.
