El 18 de septiembre del 2020, 48 jóvenes se sentaron ante la justicia del fuero de flagrancia para ser juzgados por haber participado de una fiesta clandestina cuando no estaba permitido por el contexto de pandemia. La fiesta había sido en un barrio privado en Santa Lucía y si bien sus participantes fueron llevados a juicio, ninguno fue condenado aún.
A 6 meses de aquella fiesta, el juez Eduardo Raed, que fue quien dictó el fallo oponiéndose al juicio a prueba que planteaba la defensa de los participantes de la fiesta, aseguró que la causa sigue su curso y que próximamente serán juzgados.
"Los abogados apelaron y se fue a la Cámara de Apelaciones. Luego de los trámites de rigor, se confirmó el fallo de primera instancia", comenzó explicando Raed en radio Colón y luego agregó: "los abogados plantearon un Recurso de Casación para que la corte resuelva sobre la veracidad o no de mi fallo. Tengo conocimiento que una vez concedido el recursos por la Cámara, hubo inconvenientes en la concesión del recurso, está solucionado y se va a fijar una fecha para que la defensa justifique el Recurso de Casación".
Será la Corte de Justicia la que resuelva el Recurso de Casación y si bien pasaron muchos meses, el caso sigue su curso legal. "Hay que ver la actitud, el planteo de los abogados defensores que van a llegar hasta la última instancia para ver si pueden lograr el objetivo para que se aplique. Están utilizando todas las armas de los letrados para que se revise el fallo", destacó.
La fiesta VIP en cuestión sucedió el viernes 11 de septiembre del 2020 en una casa del Barrio Privado Casa Grande, en Santa Lucía. Allí 48 jóvenes fueron encontrados por la policía bailando y divirtiéndose y por este hecho prohibido en pandemia, quedaron alojados en la comisaría por unas horas.
La policía, además, secuestró 28 vehículos y una gran cantidad de bebidas alcohólicas: 7 latas de cervezas y 19 botellas de esta bebida, 10 de vino y 13 de bebidas blancas.