9 absueltos y 2 condenados a pagar una multa. Ése fue el resultado del juicio que llegó a su fin por presuntos apremios ilegales ocurridos en el Servicio Penitenciario Provincial en el 2013. El Tribunal Oral Federal, integrado por Daniel Doffo, Eliana Rattá y Alberto Carelli, dispuso absolver a los penitenciarios Marcelo Díaz, Mauricio Díaz, José Tapparo, Andrés Castro, Julio Mercado y Daniel Mercado. Además se liberó de culpa a los profesionales Alejandro Reinoso, José Farja y Rodolfo Zapata Gómez.
Por otro lado, Leonardo Barac, exdirector del Servicio Penitenciario, y Eduardo Mendoza, exsubdirector fueron absueltos (por el beneficio de la duda) en la denuncia que caía sobre ellos por no investigar la presunta agresión a Fernández Santalucia y por supuestamente generar una nueva golpiza por penitenciarios contra éste.
Pero sí el tribunal dictó sentencia sin prisión contra Barac y Mendoza por “retardo en el cumplimiento de una orden judicial”, que determinaba trasladar a Fernández Santalucía al hospital para un examen neurológico. Por esto, deberán pagar una multa de 12 mil pesos y quedaron inhabilitados para ocupar cargos públicos por un año.
¿Qué sucedió hace siete años?
"Al estar alojado en uno de los tantos destinos que le tocó estar dentro del Servicio Penitenciario, mantuvo una pelea con un grupo de reclusos donde Fernandez Santalucía atacó a algunos y también fue atacado. Consecuencia de ello, recibió una herida, por la que lo tuvieron que trasladar al Hospital Marcial Quiroga y luego de ser examinado y medicado lo volvieron al Servicio Penitenciario, colocándolo en otro lugar, para evitar cualquier situación de agresión", explicó el abogado Juan Bautista Bueno, defensor de uno de los imputados, a Diario La Provincia SJ.
La herida desmejoró y se hizo inminente un nuevo traslado hacia el nosocomio. "Al pasar los días, tuvo que ser intervenido por una infección, que se lo produjo y luego permaneció en el Hospital Rawson, hasta que nuevamente es reingresado en el Servicio Penitenciario", agregó Bueno.
La denuncia, que no fue realizada por el propio reo sino por su padre quien también se encuentra detenido, fue por supuestos apremios que habrían sucedido mientras estaba en el pabellón de resguardo.
"El conflicto fue entre sus pares, personas detenidas que lo golpean produciéndole la herida en la cabeza. De ahí se establece la imputación diciendo que el Penal no cumplió con las reglas de conducta necesarias para protegerlo ni cuidarlo. Al momento de los hechos había un solo empleado penitenciario cuidando tres sectores, y cada uno de ellos tiene varios pabellones", explicó Gustavo de la Fuente quien defiende a Castro, Mendoza y Díaz.
Otra particularidad de la causa, es que fue denunciada por su progenitor que también estaba preso. "Después dice que es torturado en el pabellón de resguardo, en donde se imputó a los agentes que le habrían pegado. Lo tragicómico para estos empleados del servicio penitenciario es que el padre hizo la denuncia tres días antes de que sucedieran los hechos. El tipo quería beneficiarse de alguna forma para salir. Lo increíble es que dijo que fue torturado, colocado en el pabellón de resguardo y trasladado al hospital. Todo eso sucedió, menos lo de la tortura, pero tres días después. Lo tenían todo planeado", agregó De La Fuente.
¿Quién es el reo?
El denunciante se llama Federico Fernandez Santalucía y está preso en el marco de una causa por Trata de Personas y Abuso Sexual de Menores contra su propia sobrina y otra condena por abuso sexual contra su propio hijo.
"Esta persona, estuvo alojada en el Servicio Penitenciario, en varios de los sectores con los que cuenta el mismo, y en todos tuvo problemas con los distintos internos con los que compartía pabellones o celdas, por su grado de agresividad", recordó Bueno.
Como parte de las pruebas que presentaron los letrados, están las pericias psiquiátricas que se le realizaron al momento de la investigación por los mencionados juicios. "En ocasión de ser sometido a una pericial Psiquiátrica en el ámbito de la causa del Quinto Juzgado de Instrucción Penal, el psiquiatra lo definió como psicópata, y este tipo de situación lo lleva a ser una persona que se caracteriza por la poca socialización, egocentrismo, impulsividad, tendencia a la mentira y manipulación", agregó Bueno.
