Cuando vimos que empezó a llorar sentimos alegría. Con esas palabras, Maximiliano Alaniz, agente de la comisaría Sexta, contó cómo vivió el momento de reanimar a un bebé de 18 meses que se había ahogado este lunes al mediodía en una casa de Pocito. El efectivo fue uno de los cinco uniformados que intervinieron en el hecho y lograron "traer a la vida" al pequeñito. Los otros intervinientes son el agente Federico Díaz de la misma seccional y los agentes Enrique Chavez, Belén Rodríguez y Patricio Cerezo de Pocito Norte.
Fue un momento rápido. Íbamos de recorrido observamos que personal de Pocito Norte estaba con una mujer nervioso y nos manifiesta que una menor se había caído a la piscina. Observamos el bebé a la orilla de la piscina sin signos vitales", comenzó explicando Maximiliano a Diario La Provincia SJ.
Luego destacó que "cada uno" de los efectivos hizo "su parte" para reanimarlo con RCP hasta que lograron verlo vomitar, primero agua con leche y después llorar.
"Cuando llegó la ambulancia llorisqueba y nos dijeron que ya estaba estabilizado. Los médicos pidieron a los familiares que se tranquilizaran porque estaba bien", recordó.
Maximiliano no tiene hijos pero sí sobrinos y un ahijado de la misma edad del bebé que reanimó. "Te da muchos nervios porque se te pasan todos los momentos por la cabeza, pero no hay que perder la tranquilidad", expresó.
"Cuando largó el primer vómito era síntoma que estaba sintiéndose mejor y cuando vimos que empezó a llorar sentimos que reaccionaba, y nos alegró. Ahí buscamos que no se duerma", finalizó destacando que "es la primera vez" que la vida lo pone en esta situación.
